El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, recibirá esta semana al embajador del bloque en Cuba, el español Alberto Navarro, para recibir sus explicaciones sobre la carta que éste firmó en la que se pide al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el fin del embargo a la Isla.
“Hemos pedido al embajador Alberto Navarro venir a Bruselas para dar detalles y clarificaciones al alto representante. Está previsto que se produzca esta semana”, dijo la portavoz de Borrell, Nabila Massrali.
Borrell convocó a consultas el pasado viernes a Navarro después de que 16 eurodiputados de los grupos popular, liberal y conservador —la mayoría españoles— escribieran una carta al alto representante pidiéndole que reemplace al embajador por su “inusual y recurrente conducta”.
No obstante, la portavoz de Borrell evitó especular sobre la posibilidad de destituir a Navarro: “Sobre lo que va a pasar, no hay que anticiparse a la discusión entre el alto representante y el embajador”, dijo.
“La posición está clara: vendrá y dará explicaciones”, comentó Massrali.
Los eurodiputados que firmaron la misiva dijeron que Navarro “no merece las elevadas funciones que ostenta” y lamentaron especialmente que se sumara a una carta abierta que 790 personas enviaron a Biden solicitándole que acabara con el embargo a Cuba.
“Este comportamiento, además de ser inapropiado, es completamente ajeno a las funciones y estándares de conducta que debería exhibir un representante diplomático de la Unión Europea, con el agravante de que le permite abordar a un Gobierno de un país tercero, un amigo y aliado, al que no está acreditado”, afirman.
“Se podría decir –continúan– que el embajador en La Habana toma posiciones políticas en línea con un régimen que no respeta ni defiende los derechos humanos o la pluralidad democrática, y se permite libertades más típicas de un líder político que de un diplomático”.
Según los eurodiputados, Navarro intentó que se sumaran a la carta los embajadores de otros países de la UE y aseguraron que, en el pasado, el embajador evitó que personas galardonadas con el premio Sájarov a la libertad de conciencia que otorga cada año el Parlamento Europeo participaran en actos organizados por la delegación de la UE en Cuba.