Una escultura del artista español José Molares, que se inaugurará este sábado en la Estación Marítima de Vigo, servirá de homenaje a los repatriados de la Guerra de Cuba que arribaron a la ciudad una vez firmada la capitulación de España frente a Estados Unidos el 12 de agosto de 1898.
La figura, ubicada en los jardines anexos a la Estación Marítima, junto al reloj de sol, será descubierta este sábado por el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, en un acto sencillo e íntimo debido a las restricciones establecidas como consecuencia de la pandemia.
El conjunto escultórico se titula “Siempre Benéfica”, representa a un soldado repatriado sobre un baúl de la Cruz Roja y asistido por una viguesa, y es un homenaje a solidaridad de la ciudad olívica con los soldados repatriados de la Guerra de Cuba.
La obra mide 2,5 metros de ancho por 2,2 de alto y 1,50 de fondo, y está pensada para que la gente pueda subirse a su peana, al estar montado sobre una base de granito del país que permitirá un fácil acceso a la escultura para poder visitar la obra desde el mismo plano.
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Por otra parte, la Autoridad Portuaria de Vigo ultima una exposición sobre la recepción que Vigo brindó a los soldados, la cual que tendrá lugar a finales de año en la propia Estación Marítima con el fin de dar a conocer los hechos históricos y los valores ciudadanos que se manifestaron en Vigo en el contexto de la Guerra de Cuba.
Tras la capitulación, más de 7.400 soldados se embarcaron hacia Vigo, adonde llegaron extenuados, heridos o gravemente enfermos, sin apenas alimentos ni agua.
El alcalde de la ciudad entonces, López de Neira, se había preparado para recibir a las tropas: se adaptaron los almacenes del puerto, se amplió el Hospital Militar y se habilitaron como hospitales provisionales el cuartel del castillo de San Sebastián y las Escuelas Públicas del Arenal, pero no fue suficiente para atender a tantos soldados.
Ante la magnitud del problema, se hizo un llamamiento a los vigueses y la ciudad se volcó en ayudar, acogiendo en domicilios particulares a los hombres que no necesitaban hospitalización.
Se recogieron grandes cantidades de dinero en donativos a la Cruz Roja, que fueron de gran ayuda para el sostenimiento del pequeño hospital de campaña para primeros auxilios que, desde el primer momento, se instaló en los muelles con personal voluntario.
Este comportamiento cívico ha quedado reflejado en el lema que acompaña al escudo de Vigo: “Fiel, leal, valerosa y siempre benéfica Ciudad de Vigo”.