La obtención de la nacionalidad española por parte de hijos y nietos de españoles vuelve a estar sobre el tapete después de que la Cámara de Diputados del Parlamento aprobó ayer un proyecto de ley que ahora espera la aprobación del Senado y la firma del rey Felipe VI.
Esta nueva ley beneficia a los cubanos en la obtención de la nacionalidad española, como sucedió en el año 2007. Entonces miles ciudadanos cubanos pudieron obtener el pasaporte español.
Bajo el nombre de Ley de Memoria Democrática, daría esos derechos de nacionalidad española. Pero se trata de un proceso lento ante la falta de recursos y personal de los consulados españoles.
“Ahora la propuesta de ley pasa al Senado, que podrá introducir enmiendas, vetar el texto por mayoría absoluta o, en el mejor de los casos, ratificar el proyecto de ley por mayoría simple”, aclaró el abogado español Ariel Fraga al rotativo Diario Las Américas.
“El proyecto de ley prevé tres beneficiarios con requisitos a cumplir”, dijo. “Los nacidos fuera de España (cubanos, venezolanos, etc.) de padre, madre, abuela o abuelo que originariamente fueron o son españoles, lo cual significa “que cuando el solicitante nació era, al menos, hijo, hija, nieto o nieta de un español, aunque haya nacido fuera del territorio español”, explicó el abogado.
En este caso, sería necesario probar la descendencia y la condición de nacionalidad con la documentación requerida, algo todavía está por anunciar.
En caso de que el español haya perdido la nacionalidad como consecuencia del exilio, razones políticas, ideológicas o creencias, será necesario demostrarlo.
Abarca, asimismo, a los hijos de mujeres españolas que perdieron la nacionalidad por casarse con un hombre de otra nacionalidad, como imponía una ley antigua, invalidada en 1965. Para que los beneficiados puedan ejercer el derecho a solicitar la nacionalidad española, el letrado explicó que “hará falta que el Ministerio de Justicia dicte una instrucción en la que se reglamente todo lo relacionado con el ejercicio del derecho”.
Y aquí es donde “pueden venir las dificultades”, señaló Fraga. “Sobre todo, y para empezar, el colapso de los consulados españoles. Como no se les dote de medios técnicos y personal, será un caos”, apuntó.
En este sentido, “hay que valorar, y esto también es muy importante, el procedimiento legal por medio del cual se ejecutará, la competencia para resolver, conceder o denegar la nacionalidad, y luego los recursos contra las denegaciones”.