Francia: Macron adelanta las elecciones legislativas tras ser derrotado en Europa por la ultraderecha

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció la disolución del Parlamento nacional y la convocatoria de elecciones legislativas.

Su movida, que ha provocado reacciones contrapuestas dentro y fuera del país galo, es resultado de su derrota este domingo en las elecciones europeas, en las que la ultraderecha francesa salió victoriosa.

De acuerdo a los resultados de los comicios, la formación del actual mandatario, Renacimiento, obtuvo solo el 14,7 % de los votos, mientras que la ultraderechista Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, alcanzó más del doble (31,5 %), según los sondeos.

Ello, unido a los votos alcanzados por Reconquista y otras formaciones menores, da a la ultraderecha en torno al 40 % de los sufragios y abre la posibilidad real de un triunfo de la ultraderecha en las adelantadas elecciones parlamentarias.

Estas votaciones tendrán lugar el 30 de junio, la primera vuelta, y el 7 de julio, la segunda, según indicó Macron.

En las europeas, el Partido Socialista fue la tercera fuerza más votada, con alrededor del 14 %, mientras que la agrupación de izquierdas Francia Insumisa ha quedado en cuarta posición, con el 9,5 %. 

Los Verdes, que en las elecciones de 2019 habían sido terceros, cayeron hasta la sexta posición (5,5 %), superados por los republicanos (7,2 %).

Macron: “No podría seguir mirando hacia otro lado”

Los resultados de este domingo precipitaron la decisión de Macron, cuyo nivel de aceptación en Francia lleva tiempo en retroceso.

“No podría seguir, al término de esta jornada, mirando hacia otro lado. A esta situación se añade además la fiebre que ha contagiado el debate público y parlamentario en nuestro país”, aseguró el mandatario en una alocución televisada.

“Es por ello, que, después de haber procedido a las consultas previas del artículo 12 de nuestra Constitución, decidí devolver la palabra de nuestro futuro parlamentario a través del voto”, agregó, según reportes de prensa.

Al hacer el anuncio, Macron dijo confiar “en la capacidad del pueblo francés de tomar la decisión más justa para ellos y para las generaciones futuras” y reconoció el retroceso electoral de “los partidos que defienden Europa, incluida la mayoría presidencial”.

“El auge de los nacionalistas y de los demagogos es un peligro no solo para nuestra nación, sino también para nuestra Europa y para el lugar de Francia en Europa y en el mundo”, enfatizó.

La convocatoria a elecciones fue bien recibida por la ultraderecha, que de vencer en las parlamentarias podría elegir a un primer ministro en una cuerda totalmente opuesta a la de Macron, lo que significaría choques constantes y dificultades para la gobernabilidad.

La líder ultraderechista Marine Le Pen afirmó estar preparada “para asumir el poder” en las elecciones legislativas, “si los franceses nos dan su confianza”.

Por su parte, los líderes de izquierda criticaron a Macron, por considerar que su movida electoral es “un juego peligroso”, que puede dar el poder a la ultraderecha.

“Tras los resultados anunciados, Francia ha entrado en un nuevo momento político, el peor momento”, consideró Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia insumisa. 

¿Y Europa?

Los resultados en Francia fueron un reflejo de lo sucedido en Europa en general, donde la ultraderecha avanzó, aunque no lo suficiente para controlar el Parlamento Europeo.

En sentido general, los grandes grupos proeuropeos —populares, socialdemócratas y liberales— revalidaron este domingo su mayoría, aunque con menos escaños de los que les otorgaban los sondeos y de los que tenían en el hemiciclo saliente, reseña EFE.

Mientras, los ultraconservadores, nacionalistas y eurófobos experimentaron un marcado avance, en sintonía con las tendencias al alza que han experimentado en varios Estados.

Aún así, los resultados no fueron parejos en todos los países, lo que, en conjunto, da aún a los proeuropeos la posibilidad de gobernar en alianza y ratificar a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea.

En naciones de peso, como Francia, Alemania, Austria e Italia, se confirmó el ascenso de la ultraderecha —aunque los socialcristianos conservaron el liderazgo alemán—, mientras en España los populares se impusieron a los socialistas, el bloque de los verdes y socialdemócratas triunfó en los Países Bajos y los socialistas alcanzaron una histórica victoria en Dinamarca.

En varios países, como Croacia, Hungría, Polonia, Finlandia y Grecia, los partidos gobernantes de corte nacionalista y conservador confirmaron su posición de poder.

(Con información de agencias)