Gobierno de España quiere “pasar página” con Cuba

Desean establecer un acuerdo que permita un diálogo político y económico bilateral similar al de la UE con Cuba.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Foto: vozlibre.com

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Foto: vozlibre.com

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró hoy que confía en que la próxima visita a Cuba del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sirva para “pasar página” y para establecer un acuerdo que permita mantener un diálogo político y económico bilateral similar al que ya tiene la UE.

Ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado, Borrell señaló que el viaje de Sánchez a Cuba los próximos días 22 y 23 “va a suponer un pasar página” de la política común de la Unión Europea aprobada en 1996 a iniciativa español durante la época de José María Aznar como presidente del gobierno, y “que ha hecho mucho daño a las relaciones España-Cuba”.

Esta será la primera vez en 32 años que un presidente del Gobierno de España visite el país caribeño, en el que España tiene muchos intereses y ningún mecanismo diplomático para encauzar las relaciones.

Para Borrell, “es necesario adecuar nuestro marco de relaciones bilaterales” ya que actualmente existe un “gran desequilibrio entre la importancia de nuestros intereses y la carencia de instrumentos para defenderlos”.

Así, planteó que la Unión Europea tiene un acuerdo con Cuba “que posibilita la existencia de un diálogo político en torno a los derechos humanos y a las cuestiones económicas”.

“No tiene ningún sentido que la UE lo tenga y España no”, recalcó el ministro, quien ha apuntado que espera que “el viaje del Presidente sirva para ponerlo en marcha”.

Antes de poner el foco en Cuba, Borrell argumentó que España debe tener “relaciones con todos y cada uno de los países de Iberoamérica” y que no debe “excluir a nadie por razones ideológicas”.

“Las relaciones diplomáticas no pueden basarse en distinguir quiénes son los buenos y quiénes son los malos”, subrayó el ministro, quien aseguró que su intención es mantener una “actitud dialogante y una presencia activa, pero también exigente y crítica”.

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