“Gorby” no será eternizado en las murallas del Kremlin

Figura divisiva, Mijaíl Gorbachov descansará en el cementerio de un convento moscovita donde se encuentran los restos de esposa Raisa y de Nikita Kruschov.

Fragmento de la portada de la edición europea de la revista TIME cuando Gorbachov llegó al poder: "El nuevo jefe de Moscú, más joven, más suave y probablemente formidable". Imagen: Time

Los planes del funeral y el entierro de Mijaíl Gorbachov parecen ser una imagen de su legado, tanto como dirigente político soviético y como artífice de la defunción de la URSS.

El sábado comenzarán las despedidas con la exposición pública de sus restos en la Casa de los Sindicatos, donde fueron velados todos los dirigentes comunistas desde Vladimir Lenin hasta Konstantin Chernenko. Pero no será exhumado en la muralla del Kremlin, como muchos de ellos, sino en el cementerio del convento Novodevichy, en el que están enterrados su esposa Raisa y otro líder reformista soviético, Nikita Kruschov. No está claro si Moscú decretará un funeral de Estado a quien fuera el último presidente de la URSS o si habrá un desfile por las calles de la ciudad.

Gorbachov es una figura divisiva y a menudo odiada en la propia Rusia. El estado que dirigió, la Unión Soviética, ya no existe. Pero fue elogiado el martes por algunos líderes mundiales, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por estar abierto a los cambios democráticos. Otros criticaron los esfuerzos de las autoridades soviéticas por aplastar la disidencia en los países bajo su liderazgo.

Fallece el ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov

“Sería facilista creer que los logros descomunales que consiguió con el acercamiento a Occidente, que incluyen el fin de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín y el primer acuerdo para reducir los arsenales nucleares de Estados Unidos y la URSS, eran resultados inevitables. Estos logros habrían sido impensables sin la valentía y la determinación con que Gorbachov demostró apertura, y sin la confianza que se ganó por parte de los presidentes Ronald Reagan y George H. W. Bush”, comentó el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken.

En su opinión “Gorby”, como se le codificó en Occidente, “nunca perdió la fe en el potencial transformador de ese acercamiento, aun cuando algunos de sus máximos logros resultaron debilitados. En 2018 escribió: ‘¿Es demasiado tarde para retomar el diálogo y las negociaciones? No quiero perder la esperanza. No debemos resignarnos, no debemos rendirnos’. Tenía razón. Su vida es un claro ejemplo de todo lo que puede lograrse cuando transformamos en realidad esos ideales”.

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