El primer ministro británico Boris Johnson anunció hoy domingo un leve relajamiento de las restricciones impuestas por el coronavirus, y delineó un mapa que llevará a la nación a levantar las demás normas en los próximos meses.
En un discurso televisado a la nación, declaró que quienes no pueden trabajar desde casa, como los obreros de construcción o de las fábricas, “deben ser alentados a regresar a sus trabajos” esta semana.
Sin embargo, aclaró que no deberán usar el transporte público y deberán acatar las normas de distanciamiento social incluso en el trabajo.
Agregó que a partir del miércoles, la norma que limita salir a hacer ejercicios solo una vez al día quedará eliminada y que la gente podrá salir en ese caso “por tiempo ilimitado”.
Declaró que la ciudadanía podría salir en autos, practicar deportes e incluso tomar el sol, pero solo con miembros de su misma vivienda.
El mandatario enfatizó la obligatoriedad de acatar las normas de distanciamiento social y anunció que las multas para quienes las violen serán aumentadas.
Johnson afirmó que su gobierno puede aplicar esos cambios porque las muertes de coronavirus en el país han venido disminuyendo, como también los ingresos a hospitales de enfermos. Sin embargo, advirtió que “sería una locura desperdiciar todos los logros que hemos alcanzado y sufrir un repunte de la enfermedad”.
Manifestó que es posible que hoteles y restaurantes abran un mes después, siempre y cuando estén desinfectados y se respete el distanciamiento social.
Expresó que deseaba “darles una noción del camino adelante, del cuándo y el cómo y sobre qué condiciones tomaremos las decisiones venideras”.
La cuarentena en Gran Bretaña, que comenzó el 23 de marzo, ha reducido la transmisión del virus, pero el número de muertes diarias sigue siendo alto y, como resultado, se espera que la mayoría de las restricciones continúen.