La primera ministra británica Theresa May aplazó este lunes la votación en el Parlamento sobre el Brexit para evitar una derrota aplastante, una decisión que deja sus planes para el divorcio de la Unión Europea sumidos en el caos.
Todas las señales apuntaban a una gran derrota de la primera ministra en la votación prevista para el martes. Pero el aplazamiento de la votación es una nueva humillación para May, la jefa de gobierno tras la decisión del Reino Unido de abandonar la UE.
Desde entonces, May ha bregado con el Brexit, primero para alcanzar un acuerdo con el bloque y después para convencer a los escépticos parlamentarios que lo aprueben antes de la fecha de salida, el 29 de marzo de 2019.
Parlamentarios tanto conservadores como laboristas han dicho que no aprobarán el acuerdo alcanzado en noviembre.
DIRECTO | Theresa May: "Voy a hacer todo lo que pueda para conseguir este tratado y cumplir el Brexit". La primera ministra confirma que aplaza la votación para salir de la Unión Europea https://t.co/xYBPeperJH pic.twitter.com/86LLGe3bDL
— EL PAÍS (@el_pais) December 10, 2018
Por otra parte, el máximo tribunal de la Unión Europea falló el lunes que Gran Bretaña puede cambiar de parecer sobre el Brexit, dando esperanzas a quienes desean que el país se quede en el bloque de que el proceso pueda ser revertido.
En un nuevo revés para May, la Corte Europea de Justicia dijo el lunes que cuando un país miembro de la UE ha notificado sus intenciones de irse, “ese país es libre de revocar unilateralmente esa notificación”.
El Reino Unido votó en el 2016 para dejar el bloque de 28 naciones e invocó el Artículo 50 del Tratado de Lisboa en marzo de 2017, desatando con ello el proceso de salida. Este artículo 50 tiene pocos detalles, en parte porque la idea de que algún país abandonara el bloque se consideraba improbable.
Un grupo de legisladores escoceses le habían pedido a la corte que fallase sobre si el Reino Unido podía retractar por su cuenta el proceso de separación.
La corte, basada en Luxemburgo, dijo que dada la ausencia de una cláusula específica de salida en el Artículo 50, los países podían cambiar de parecer de acuerdo con sus propios arreglos constitucionales y que eso “refleja una decisión soberana”.
El gobierno británico tiene derecho a hacerlo siempre y cuando un acuerdo de salida no haya entrado en vigor.