La Junta Electoral del Parlamento de Cataluña inhabilitó el lunes al presidente catalán de sus funciones como legislador por desobedecer las estrictas reglas de propaganda electoral de España.
Es probable que la medida alimente la ira entre los independentistas más radicales, que ven en la decisión de la junta electoral del Parlamento catalán un agravio más de las instancias judiciales españolas.
Quim Torra, un ferviente separatista, podrá permanecer como jefe del gobierno regional, la Generalitat. Ya amenazó con convocar a elecciones locales.
La Junta Electoral Central falló que Torra debía ser despojado de su escaño parlamentario luego que un tribunal catalán le prohibió el mes pasado ocupar cargos públicos durante 18 meses por desobediencia.
Torra fue declarado culpable de negarse a retirar de edificios públicos las cintas amarillas usadas por los separatistas para demandar la libertad de varios políticos y activistas. Los símbolos secesionistas se exhibieron durante las elecciones generales de abril, lo que violó las reglas nacionales de campaña.
El líder catalán apeló la suspensión, pero el Tribunal Supremo de España dijo la semana pasada que la decisión de la junta electoral debía implementarse de inmediato, mientras los jueces consideran su fallo.
Se esperaba que simpatizantes de la independencia protestaran el lunes frente al Parlamento regional.
El movimiento secesionista en la región de Cataluña habitada por unas 7,5 millones de personas es el mayor desafío político de España en décadas. La Constitución dice que el país es indivisible.