Tres personas, entre ellas un niño, fueron encontradas con vida este sábado bajo los escombros en la ciudad de turca de Antioquía, capital de la provincia de Hatay, 13 días después del terremoto que también sacudió a Siria el pasado 6 de febrero.
De acuerdo con la agencia AP, los sobrevivientes fueron trasladados en ambulancias tras 296 horas sepultados bajo el bloque de apartamentos Kanatli, en el centro de la ciudad, ubicada al sur de Turquía. El propio reporte indica que las imágenes del rescate mostraban a doctores colocando una vía intravenosa en el brazo del hombre, que yacía tendido en una camilla.
Posteriormente, la agencia estatal Anadolu los identificó como Samir Muhammed Accar, de 49 años; su esposa Ragda, de 40, y su hijo de 12, quien murió más tarde en un hospital. Entre los escombros se encontraron también los cadáveres de otros dos niños, según reportes que citaban a un equipo de rescatistas kirguiso.
El viernes, en la misma localidad, había sido encontrado un hombre de 45 años que permaneció 278 horas bajo los escombros.
En términos generales, cada vez hay menos esperanzas de encontrar sobrevivientes en las localidades cercanas al epicentro del movimiento telúrico, más al norte. En estas regiones se produjeron nevadas y la temperatura llega a 15 grados bajo cero en la noche, según la agencia de noticias AFP.
No obstante, Ali Ihsan Ökten, vicepresidenta del Colegio Médico turco, aseguró a la agencia DPA que precisamente las condiciones meteorológicas son las que han permitido encontrar sobrevivientes tantos días después del suceso. La especialista explicó que el metabolismo se retarda con el frío. En verano, la gente no habría podido sobrevivir tanto tiempo sin agua.
Según los últimos balances oficiales, el conteo oficial de víctimas mortales en Turquía tras el sismo de magnitud 7.8 ascendía a 39 672, lo que eleva a 43 360 el cómputo total de fallecidos sumando los decesos en Siria.