La secretaría de Defensa de Estados Unidos está conciliando con Israel un ataque contra Irán, en respuesta al bombardeo iraní del pasado lunes, a pesar de que numerosos gobiernos han llamado a una desescalada del conflicto y el propio Teherán ha dicho que no quiere una guerra.
Sin embargo, el presidente Joe Biden dijo públicamente oponerse a que el golpe sea contra las instalaciones nucleares de la potencia persa, una idea que, según analistas, parece estar en los planes de Tel Aviv.
“Ciertamente estamos hablando con ellos sobre su respuesta, pero no voy a especular sobre cuál podría ser. Pero seguimos en contacto con ellos”, adelantó este jueves la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, según despachos de prensa.
Biden ya sostuvo el miércoles que no apoyaría una ofensiva israelí a instalaciones nucleares en Irán, pero advirtió a la república islámica de no lanzar una agresión ni a Washington ni a Israel.
Irán, no obstante, ha dicho que si Israel responde a su acción —en respuesta a un ataque previo israelí que costó la vida al líder político de Hamás—, atacará con “mucha más fuerza”, lo que a su vez podría desencadenar un enfrentamiento abierto entre ambos países y arrastrar a otros.
En declaraciones a la cadena CNN, el embajador israelí ante las Naciones Unidas, Danny Danon, aseguró que su país posee muchas opciones a la hora de contraatacar a Irán.
“Tenemos muchas opciones (…) así que depende de nosotros decidir dónde y cuándo queremos atacar, pero ellos son vulnerables. Lo saben”, abundó Danon.
Los países del G-7 se reunieron de emergencia para tratar la situación en Medio Oriente y advirtieron que un conflicto regional no interesa a nadie, por lo que pidieron seguir avanzando hacia una solución diplomática que aún es posible.
Israel va por más
Los reclamos de las siete economías más poderosas del planeta, excluyendo a China, no calan aún en Israel, cuyo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), teniente general Herzi Halevi, aseguró que el objetivo es desmantelar por completo la infraestructura del movimiento chií libanés Hezbollah en el sur de Líbano.
“No permitiremos que Hezbollah se establezca en estos lugares. Seguiremos infligiendo daños en todas las zonas: Beirut, el valle de la Becá y el sur del Líbano”, enfatizó Halevi, citado en el canal de Telegram oficial de las FDI.
Este jueves, el Ejército israelí lanzó 15 bombardeos contra objetivos de Hezbollah en Beirut, incluido su centro histórico por segunda vez en un año de enfrentamientos. Los ataques causaron al menos nueve muertos, pero no se descartan más víctimas.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó de que se produjeron bombardeos en la zona beirutí del Dahye, que tuvieron como objetivo los barrios de Haret Hreik, Burj al Barajna, Al Amirikan y Al Ghobeiry, mientras que un edificio “colapsó completamente” en la zona de Muawad.
El bombardeo destruyó un centro de la Autoridad Sanitaria Islámica, una organización vinculada a Hezbollah que se encarga de ofrecer atención y servicios sanitarios, y en el que fueron utilizadas “bombas de fósforo prohibidas internacionalmente”, precisó la fuente local replicada por EFE.
Y este viernes los bombardeos, lejos de disminuir, se han intensificado. Según reportes, las bombas han causado el derrumbe de varios edificios y nuevas víctimas y entre sus objetivos se encontraba el candidato a convertirse en nuevo líder de Hezbollah, Hashem Safi al Din.
Por el momento, se desconoce si el clérigo chií murió o permanece con vida.
Alrededor de 2 000 personas han muerto por ataques israelíes desde hace un año, mientras que la violencia también ha obligado a más de 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares, según el Gobierno libanés.
Por su parte, Hezbollah lanzó este jueves 230 cohetes contra Israel y una veintena más esta madrugada, de acuerdo con el Ejército israelí, que aseguró haber matado a Mahmoud Yusef Anisi, un responsable técnico del programa misilístico de la resistencia libanesa.
Ataques entre ríos
A la par, el Ejército israelí ha seguido ordenando la evacuación de pueblos en el sur del Líbano.
Este jueves advirtió a una veintena de pueblos en el sur de Líbano, incluida la localidad de Nabatieh, una de las más castigadas por los bombardeos israelíes de las últimas semanas.
Este viernes hizo otro tanto con otras 36 aldeas, bajo la premisa de que “las actividades de Hezbollah obligan a las fuerzas armadas a actuar”.
“Por su seguridad, deben evacuar sus hogares inmediatamente y dirigirse al norte del río Awali, salven sus vidas”, dijo en un comunicado el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, citado por EFE.
Tel Aviv pretende que los libaneses del sur se dirijan al norte del río Awali, más de 50 kilómetros de la frontera y mucho más al norte del río Litani (30 kilómetros), que marca la zona desmilitarizada designada por la ONU donde no debe haber presencia armada más que de las autoridades libanesas y de la misión de Naciones Unidas en el país (UNIFIL).
También este viernes, un bombardeo israelí alcanzó una zona cercana al principal paso fronterizo entre el Líbano y Siria. El ataque cortó la carretera que une Beirut con Damasco, principal vía de abastecimiento para el Líbano y por la que estos días huyen a territorio sirio decenas de miles de personas.
Además, Tel Aviv aseguró haber matado en sus operaciones terrestres a unos 60 combatientes de Hezbollah, grupo que, por su parte, informó haber aniquilado a un total de 17 soldados israelíes durante la jornada de este jueves, marcada por nuevos enfrentamientos en la frontera.
Hasta ahora, Israel solo reconoce la pérdida de 9 de sus soldados en la ofensiva contra Líbano, donde por primera vez el hasta ahora neutral Ejército Nacional respondió a los ataques israelíes en la ciudad de Bent Ybeil, en el sur libanés.
Israel comienza a perder soldados en su combate contra Hezbollah en el Líbano
Irán y la geopolítica regional
Mientras los combates continúan en Líbano, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, reafirmó desde Doha el apoyo de su país a las facciones de la resistencia palestinas y libanesas y aseguró que Israel “pronto será castigada” y “no podrá acabar”’ con tales milicias.
Por su parte, la cancillería de Rusia, por intermedio de su viceministro Serguéi Riabkov, afirmó que Moscú está en “estrechísimo contacto” con Irán debido al agravamiento de la situación.
En medio de un escenario bélico sumamente volátil, el precio del barril del petróleo Brent para entrega en diciembre se disparó este jueves 5,03 %, hasta los 77,62 dólares, ante el riesgo de una escalada de la violencia en Oriente Medio.
Entre los analistas existe el temor de que un empeoramiento de la situación pueda llevar a Irán a bloquear el Estrecho de Ormuz, un punto estratégico clave por el que pasa una quinta parte del suministro diario de crudo mundial o atacar la infraestructura petrolera de Arabia Saudita.
También este jueves se supo que los ministros de Exteriores de los seis Estados árabes del golfo Pérsico expresaron este jueves desde Catar su apoyo a “todos los componentes” del pueblo libanés, e instaron al envío de ayuda humanitaria urgente a los civiles en el país levantino.
Los seis integrantes de la alianza económica y política del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), reunidos en Doha, también pidieron un inmediato cese las operaciones militares en Gaza y en Líbano y reiteraron su neutralidad, en un mensaje que busca tranquilizar a Irán, según analistas.
Irán no ha amenazado con atacar las instalaciones petroleras del Golfo, pero ha advertido que si los “partidarios de Israel” intervienen directamente, sus intereses en la región serían atacados, señala Reuters.
“Los estados del Golfo creen que es improbable que Irán ataque sus instalaciones petroleras, pero los iraníes están dando pistas de que podrían hacerlo a partir de fuentes no oficiales. Es una herramienta que tienen los iraníes contra Estados Unidos y la economía global”, apuntó al respecto el analista saudí Ali Shihabi.
(Con información de medios internacionales)