Por segunda vez en dos semanas, la tierra tembló con fuerza en México. El centro del país fue sacudido este martes a las 13.14 hora local por un sismo de 7,1 de magnitud en la escala de Richter –algunas fuentes lo sitúan en 7,0– que se ha cobrado hasta el momento más de 230 fallecidos, y se teme que la cifra continúe aumentando.
El epicentro fue localizado a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, en el estado de Morelos, a una profundidad 57 kilómetros, según el Servicio Sismológico Nacional.
El sismo se produjo justo 32 años después del gran terremoto de 1985, que causó cerca de 10,000 muertos, y diez días después de otro intenso movimiento de mayor magnitud (8,2) con epicentro en el estado de Chiapas. Dos horas antes se había realizado un simulacro de evacuación ya habitual en México cada 19 de septiembre.
Las zonas más afectadas ahora son la ciudad capital, donde se contabilizan más de 80 personas fallecidas, así como Morelos y Puebla. También el Estado de México, Guerrero y Oaxaca muestran huellas del terremoto y reportan fallecidos.
En el Distrito Federal, unos 45 edificios fueron destruidos, entre ellos dos escuelas. Además, se desprendieron muros y fachadas, y algunas calles muestran rajaduras.
Una de las mayores tragedias ocurrió en el Colegio Enrique Rebsamen, en Ciudad de México, donde murieron más de treinta niños y varios adultos, mientras otra treintena continúa desaparecida.
Como consecuencia del sismo, hubo cortes en el servicio eléctrico que afectaron a más de 3 millones de personas. También hubo problemas con la telefonía y la conexión a Internet. Con el paso de las horas las afectaciones han comenzado a resolverse.
Las operaciones en el aeropuerto de Ciudad de México también estuvieron suspendidas unas horas, después de que una de las terminales se viese afectada por el temblor.
Tras el sismo comenzaron intensos trabajos de rescate para hallar y sacar sobrevivientes de los escombros. Muchos ciudadanos están en las calles para colaborar con las autoridades y los damnificados.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, convocó al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación y coordinar acciones. Su gobierno ha decretado tres días de luto nacional, y ha recomendado a los afectados por el terremoto que permanezcan en sus casas siempre y cuando sea seguro.
Además, a través de las redes sociales ha solicitado colaboración para cuantificar los daños producidos por el terremoto.
El canciller mexicano, Luis Videgaray, habló ante la Asamblea General de la ONU luego del terremoto. “México ha recibido un golpe fuerte, un golpe duro, que habremos de superar gracias en primer lugar a la extraoridnaria solidaridad, a la generosidad del pueblo de México que se ha volcado a las calles y a las zonas de derrumbe”, dijo.
Numerosos gobiernos, organizaciones y personas han expresado su solidaridad con la nación mexicana y han comenzado a organizar la ayuda para los damnificados.
Hasta las 5:00 de la mañana se habían reportado una veintena de réplicas, así como la actividad del volcán Popocatépetl, situado en los estados de Puebla, Morelos y México, tras el sismo. Los científicos han advertido que las réplicas pueden durar meses.
Las autoridades mexicanas han debido desmentir rumores sobre un posible megaterremoto que circulan en las redes sociales.
“Los sismos no se pueden predecir –ha insistido el Servicio Sismológico Nacional–. Ningún método o tecnología permiten conocer cuándo ocurrirán.”
¡Atención! NADIE puede predecir un terremoto.
La alerta que la ONU predijo otro fuerte temblor en México es FALSA.
¡No la propagues! pic.twitter.com/ZxOXtfXRsu— ONU Noticias México (@CINUmexico) 20 de septiembre de 2017
Cuba y los cubanos frente al terremoto
Luego del sismo, desde la Asamblea General de la ONU el canciller cubano Bruno Rodríguez ofreció condolencias a los familiares de las víctimas y dijo que Cuba está en la mayor disposición de ayudar a los damnificados.
Mientras, el viceministro de Relaciones Exteriores de la Isla, Rogelio Sierra Díaz expresó también su solidaridad a través de twitter.
Solidaridad a las víctimas y los damnificados por el terremoto 7.1° que afectó al pueblo hermano de #México. Cuenten con nuestro apoyo. pic.twitter.com/RDbxZwDd75
— Rogelio Sierra Díaz (@RogelioSierraD) 19 de septiembre de 2017
Hasta esta mañana, los perfiles en las redes sociales de la embajada de Cuba en México no habían sido actualizados y no hay información oficial sobre posibles víctimas dentro de la comunidad cubana en el país azteca.
Según datos de 2016, en México residían más de 22,000 cubanos. El número de estos residentes experimentó un aumento del 560 por ciento entre 2010 y 2016.
Muchos de ellos, tanto de las zonas afectadas por el sismo como de las que no, han contado sus experiencias y han mostrado su solidaridad principalmente a través de Facebook. El sitio cubatrendings.com ha recopilado varias de estas comunicaciones.
Una de ellas es la del periodista y escritor cubano Carlos Manuel Álvarez, quien escribió en un post que pensó que moría en medio del terremoto.
También periodista, Katia Monteagudo, quien trabaja en la revista Horizontum y no reside en una de las zonas afectadas por el sismo, mostró el sentir de toda la comunidad cubana que sufre indirectamente las consecuencias del desastre. Las que nacen del valor humano y el sentimiento colectivo.
Por su parte, el poeta Karel Leyva, de visita en México, ha mostrado –como muchos coterráneos suyos– imágenes del terremoto. Es una manera de contar el horror que muchas veces no cabe en las palabras y contribuye a que quienes no vivieron el momento se sensibilicen y actúen.
Muchas son las historias que faltan por contarse y muchas de seguro las que se narrarán en los próximos días. Y los cubanos, dentro de los sentimientos que inspira México ahora mismo, también serán protagonistas.