La pandemia de coronavirus destruirá en 2021 el equivalente a 125 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, advirtió hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tras alertar que la recuperación del mercado laboral global se ha estancado, lo que lleva a empeorar sus previsiones.
La organización estimó que a finales de 2021 se perderían horas de trabajo equivalentes a 100 millones de empleos, número que ha aumentado en 25 millones. En el tercer trimestre las cifras son incluso peores que a comienzos del año.
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En el primer trimestre de 2021 la pérdida de horas de trabajo equivalió a 131 millones de empleos, en el segundo subió a 140 millones, en el tercero se situó en 136 millones y para el cuarto se calcula que aún ascienda a 94 millones, según el informe sobre efectos de la pandemia en el empleo publicado hoy por la OIT.
Las cifras se calculan en relación con el cuarto trimestre de 2019, el último antes de la pandemia, y no sólo tienen en cuenta las pérdidas totales de puestos de trabajo, sino también la reducción de jornadas laborales y otros factores que contribuyeran a un descenso de horas trabajadas.
Aunque la situación es mejor que la de 2020, año en el que se perdió el equivalente a 255 millones de empleos, la OIT advierte en su informe de un “estancamiento de la recuperación mundial” acompañado de “disparidades significativas entre las economías avanzadas y en desarrollo”.
En ese sentido, mientras en Europa la pérdida de horas de trabajo respecto a los niveles prepandemia fue en el tercer trimestre del 2.5 %, en Asia se situó en el 4.6 %, en África subió al 5.6 %; en América, al 5.4 %, y en los países árabes, al 6.5 %.
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La organización con sede en Ginebra considera que estas diferencias regionales se deben sobre todo al distinto ritmo de vacunación entre países desarrollados y en desarrollo, teniendo en cuenta que la tasa de inoculación roza el 60 % en las economías de altos ingresos y sólo es del 1.5 % en los países más pobres.
Mayores tasas de vacunación suponen un relajamiento de las restricciones en los lugares de trabajo, por lo que su influencia en las perspectivas del mercado global es muy significativo: en el tercer trimestre, casi dos tercios de los 136 millones de empleos perdidos (o equivalentes) se perdieron en economías medias o bajas.