El Papa Francisco lamentó este domingo la “cultura de la comodidad” que lleva a la indiferencia ante una crisis global de migraciones y refugiados, y develó una escultura de bronce sobre el tema en el Vaticano.
Muchos migrantes y refugiados de conflictos en todo el mundo asistieron a la misa en la Plaza de San Pedro, que terminó con la develación de la escultura que muestra a migrantes en un bote abarrotado.
“Esta escultura muestra a un grupo de migrantes de varias culturas y diferentes periodos históricos. Quería esta obra artística aquí en la Plaza de San Pedro para recordar a todo el mundo el desafío evangélico de la hospitalidad”, dijo el Papa durante una misa por el Día Mundial de los Migrantes y Refugiados.
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Durante su homilía este domingo, Francisco señaló que las armas que alimentan las guerras a menudo se venden y producen en otras regiones “que después no están dispuestas a recibir a los refugiados generados por estos conflictos”.
“No podemos ser indiferentes a la tragedia de viejas y nuevas formas de pobreza, al desolador aislamiento, el desdén y la discriminación que experimentan aquellos que no pertenecen a nuestro grupo”, dijo el Papa, que ha convertido la atención a los migrantes en una clave de su pontificado.
“No podemos permanecer insensibles, con el corazón muerto, ante la miseria de tantas personas inocentes. No debemos dejar de llorar. No debemos dejar de responder”, afirmó.
Un coro multiétnico cantó durante la misa, y el incienso utilizado procedía de un campamento de refugiados en el sur de Etiopía, donde los refugiados están retomando una tradición de 600 años de recolectarlo. El incienso, señaló el Vaticano, “nos recuerda que los refugiados también pueden prosperar, no solo sobrevivir”.
El Pontífice ha hablado a menudo de la necesidad de dar la bienvenida a los inmigrantes. En su primer viaje como Papa, en 2013, viajó a la isla italiana de Lampedusa para consolar a refugiados. Su mensaje encontró una resistencia política en el anterior gobierno populista de Italia, cuyo ministro del Interior, Matteo Salvini, hizo campaña para impedir la llegada a Italia de migrantes rescatados en el mar por grupos humanitarios.
AP / OnCuba