El director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos informó el viernes que la reconstrucción de Puerto Rico tras el paso del huracán María costará 50,000 millones de dólares y advirtió que la Isla no está lista para enfrentar otro desastre, justo cuando se aproxima la siguiente temporada de huracanes.
Brock Long recalcó que su agencia tiene como objetivo reforzar lo más posible caminos, puentes y la red eléctrica puertorriqueña, pero hizo hincapié en que la próxima temporada de estas tormentas inicia el 1 de junio.
“Se nos está agotando el tiempo”, declaró el funcionario durante una visita a Puerto Rico. Gran parte de la infraestructura en la isla está inservible y “nos falta muchísimo por hacer”, agregó.
Long indicó que su agencia coordina además un ejercicio de planeación y adiestramiento para el 14 de junio con el gobierno de Puerto Rico en el que se distribuirán materiales para salvar vidas entre los 78 municipios de la isla a fin de garantizar mejores tiempos de reacción frente a cualquier tormenta que se avecine. Las ciudades y pueblos tendrán autorizado almacenar esos suministros para futuros desastres.
La FEMA (siglas en inglés de la agencia) y funcionarios del gobierno local ya han guardado más de 15,6 millones de litros de agua y más de 2,8 millones de raciones alimenticias en cinco almacenes en diversas partes de la isla en caso de que ocurra otro desastre.
El gobernador Ricardo Rosselló dijo el viernes por la noche que la FEMA también aprobó más de 53 millones de dólares en préstamos para desastres en comunidades para 12 municipios puertorriqueños.
Long subrayó que los sectores público y privado de Puerto Rico deben crear una red sólida de reacción para enfrentar las emergencias y establecer planes unificados.
“La FEMA no puede ser directamente responsable de toda la respuesta y la recuperación”, afirmó.
Asimismo, agregó que el sector privado debe garantizar que el sistema de comunicaciones sea más resistente. Casi todo Puerto Rico se quedó sin servicio telefónico debido a la devastación que causó María el 20 de septiembre como huracán categoría 4.
Long defendió a su agencia de las actuales críticas de que no reaccionó con la rapidez suficiente frente a María ni dedicó los mismos recursos en comparación con otros desastres naturales ocurridos en el territorio continental de Estados Unidos.
Eso es “totalmente falso”, afirmó, antes de agregar que en el primer semestre tras el paso de María la FEMA destinó 10,000 millones de dólares a Puerto Rico, en contraste con los 6,000 millones en los seis meses posteriores al paso del huracán Katrina por Nueva Orleans.
Dijo que su agencia trabaja para reducir la burocracia, pero necesita garantizar que los recursos federales se gasten en forma adecuada.
“La recuperación nunca avanza tan rápido como la gente quiere”, señaló. “Y en este caso, avanzar más rápido puede ser perjudicial, si se toma en cuenta que hay que poner este dinero a trabajar en una forma que realmente fortalezca a Puerto Rico y lo haga más resistente”.
Mike Byrne, funcionario coordinador federal de la FEMA en Puerto Rico, dijo que está trabajando con el gobierno de la isla para determinar cómo se utilizarán los fondos federales para identificar las prioridades y reconstruir la infraestructura dañada.
Byrne dijo que parte del dinero se utilizará en fortalecer la red eléctrica puertorriqueña, ya que la tormenta destruyó dos terceras partes de su sistema de distribución. Más de 50,000 clientes del servicio eléctrico siguen a oscuras, pero indicó que el 96 por ciento de todos los usuarios ya tienen electricidad.
“A base de parches hicimos que el sistema funcionara de nuevo”, afirmó.
Long indicó que el proceso de recuperación ha sido lento en parte debido a que los suministros –desde el equipo para la construcción hasta los postes eléctricos– han escaseado debido a los desastres naturales que azotaron el territorio continental de Estados Unidos, Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses el año pasado.
Los funcionarios indicaron que la FEMA estará en Puerto Rico durante varios años para ayudar a reconstruirlo.
AP / OnCuba