Los colombianos Jhoan Stiven Carreazo y Carlos Emilio Ibargüen fueron sentenciados este lunes a 50 y 45 años de prisión, respectivamente, por tráfico ilegal de personas en un caso en el que dos cubanos fueron asesinados en Colombia en su camino hacia Estados Unidos.
El juez federal José E. Martínez, del Distrito Sur de Florida, además, ordenó tres años de libertad supervisada una vez cumplida la condena, informó la Fiscalía.
Ambos se habían declarado culpables de alentar e inducir a extranjeros a migrar a Estados Unidos junto con el también colombiano Fredis Valencia, quien fue condenado en diciembre pasado a 15 años de prisión en Florida por servir de “coyote” a los cubanos asesinados.
Carreazo, de 23 años, Ibargüen, de 27, y Valencia, de 30, fueron extraditados de Colombia, donde fueron acusados del asesinato en 2016 de dos migrantes cubanos en su camino a Estados Unidos, cargos que ambos negaron.
Ellos y otra persona más organizaron y arreglaron el contrabando ilegal de extranjeros indocumentados a Estados Unidos desde noviembre de 2014, precisó la Fiscalía.
Detenido un hombre en Panamá por traficar con migrantes cubanos
El cubano Liober Santos, novio de una de las víctimas, Edelvis Martínez Aguilar, relató a las autoridades colombianas que estos “coyotes” les cobraron 1,500 dólares a cada uno por pasar la frontera con Panamá.
Contó que después les exigieron más dinero, pero como no tenían, los despojaron de sus pertenencias, abusaron sexualmente de la joven y posteriormente la asesinaron. La pareja y otro cubano que viajaba con ellos fueron lanzados heridos al mar, pero solo Santos logró sobrevivir.
Según la demanda de la Fiscalía, el superviviente fue rescatado por un pescador y ayudó a las autoridades colombianas a recuperar los cuerpos.
“Sus gargantas y vientres habían sido cortados y estaban amarrados y sumergidos en el agua”, asegura.
Los tres “realizaron un viaje fatal de contrabando de personas por el cual dos víctimas pagaron el precio final”, expresó la fiscal del Distrito Sur de Florida, Ariana Fajardo Orshan.
“Las importantes sentencias de prisión federal impuestas contra los contrabandistas no pueden devolver la vida, pero esperamos que sirva para frustrar el peligroso negocio del contrabando de extranjeros”, agregó.