El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó este martes al Congreso con una actitud más conciliadora que en el resto de los discursos de su campaña y de la propia investidura. A poco más de un mes en el cargo, el gobernante hizo una revisión de los principales logros de su joven presidencia y dictó un plan de acciones para el futuro.
Apelando a la “Grandeza Americana” y el nacionalismo de un país que dentro de 9 años estará cumpliendo dos siglos y medio de independencia, inició y terminó Trump su intervención de una hora frente a la sesión conjunta del Congreso.
“Lo que estamos presenciando hoy es la renovación del espíritu americano. Nuestros aliados sabrán que América está otra vez lista para liderar. Todas las naciones del mundo –amigo o enemigo– encontrarán que América es fuerte, América es orgullosa y América es libre”, dijo el mandatario republicano.
Asimismo las preguntas de “¿cómo será América cuando lleguemos a nuestro año 250?” y “¿qué tipo de país vamos a dejar para nuestros hijos?” le sirvieron para justificar la agenda de su administración en lo adelante, donde la ley de inmigración y la seguridad fronteriza siguen siendo prioridades.
Luego de la reactivación de un programa federal para agilizar deportaciones de indocumentados y la polémica construcción del muro en la frontera mexicana que han marcado sus primeras semanas en la presidencia, el pronunciamiento de Trump ahora sobre el tema tiene un tono menos agresivo y disparatado, aunque sin descartar que llevará adelante esas medidas.
“Creo que es posible una reforma migratoria real y positiva –agregó– siempre y cuando nos concentremos en los siguientes objetivos: mejorar los empleos y los salarios de los estadounidenses para fortalecer la seguridad de nuestra nación y para restaurar el respeto de nuestras leyes.
“Al aplicar finalmente nuestras leyes de inmigración, aumentaremos los salarios, ayudaremos a los desempleados, ahorraremos miles de millones de dólares y haremos nuestras comunidades más seguras para todos. Queremos que todos los estadounidenses tengan éxito, pero eso no puede suceder en un ambiente de caos sin ley”.
Con el pretexto de la integridad y el estado de derecho en sus fronteras Trump justifica su obsesiva política antinmigrante y anuncia que de todas formas se llevará adelante el muro en los límites mexicanos, para asegurar así la tranquilidad de los estadounidenses que vivirán sin esos “miembros de pandillas, traficantes de drogas y criminales que amenazan a nuestras comunidades”, dijo en su discurso.
Otra mención al tema migratorio fue la idea de reformar el sistema de inmigración legal en beneficio de los trabajadores estadounidenses, pues naciones del mundo como Canadá y Australia, mencionó Trump, tienen un sistema basado en el mérito.
“Sin embargo, en Estados Unidos no hacemos cumplir esta regla –agregó–, agotando los recursos públicos que nuestros ciudadanos más pobres confían. Cambiando de este sistema actual de inmigración menos calificada, se podrá ahorrar un sinnúmero de dólares de nuestros contribuyentes, aumentar los salarios de los trabajadores y ayudar a las familias que luchan por entrar en la clase media”.
En su primer discurso dirigido a los representantes y senadores del país, así como a los miembros de su gabinete y del Tribunal Supremo para definir su política de los próximos meses, Trump pidió también al Congreso derogar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible “Obamacare” y reemplazarla por otra reforma que reduzca los costos de los seguros e tenga una cobertura médica más amplia.
“Obligar a cada estadounidense a comprar un seguro de salud aprobado por el gobierno nunca fue la solución correcta para nuestro país. La forma de hacer que el seguro médico esté a disposición de todos es bajar el costo del seguro médico, y es lo que haremos”, dijo Trump.
Para mantener a Estados Unidos “a salvo” de sus enemigo, solicitó al Congreso asignar un presupuesto para reconstruir el ejército y aumentar los gastos de defensa nacional como nunca antes en la historia de Estados Unidos. En ese estimado también contempla el aumento de sueldos para los veteranos de guerra.
Mi presupuesto aumentará fondos para nuestros Veteranos. Ellos han hecho su parte para esta nación.Ahora nos toca hacer lo mismo para ellos. https://t.co/D3fkt14pyT
— Presidente Trump (@CasaBlancaTrump) 1 de marzo de 2017
El presidente aprovechó la ocasión también para hacer un inventario de sus acciones y “el progreso” de sus promesas en este tiempo:
“Desde mi elección, Ford, Fiat-Chrysler, General Motors, Sprint, Softbank, Lockheed, Intel, Walmart y muchos otros han anunciado que invertirán miles de millones y miles de millones de dólares en Estados Unidos y crearán decenas de miles de nuevos trabajos. Además Hemos comenzado a vaciar el pantano de la corrupción del gobierno imponiendo una prohibición de cinco años de cabildeo por parte de los funcionarios del poder ejecutivo y una prohibición de por vida de convertirse en cabilderos de un gobierno extranjero.
“Pido a todos los miembros del Congreso que se unan a mí para soñar cosas grandes, audaces y atrevidas para nuestro país. Crean en ustedes mismos, en su futuro, y una vez más, en América”, concluyó su intervención el presidente una vez más con su llamado nacionalista.
Pido a todos los ciudadanos a que acepten esta Renovación del #EspírituAmericano. #JointAddress https://t.co/eGLl2HnaRz
— Presidente Trump (@CasaBlancaTrump) 1 de marzo de 2017
No obsatnte, en sus cinco semanas y media de mandato, Donald Trump no ha propuesto ninguna legislación, pues se ha basado en órdenes ejecutivas. Como recuerda en un artículo The New York Times, “a estas alturas de su presidencia, Obama ya tenía una relación de trabajo con el congreso y había firmado una ley de recortes tributarios y al gasto para estabilizar la economía tras la gran recesión de 2008”.