Xiomara Castro toma posesión como nueva presidenta de Honduras

La nueva mandataria se convierte en la primera mujer hondureña que llega a la más alta magistratura de la nación centroamericana, luego de haber sido Primera Dama durante la presidencia de su esposo, Manuel Zelaya, derrocado por un golpe de Estado en 2009.

Xiomara Castro jura como presidenta de Honduras. Foto: El País.

Xiomara Castro jura como presidenta de Honduras. Foto: El País.

La hondureña Xiomara Castro juró este jueves como la nueva presidenta de su país, con lo que se convirtió oficialmente en la primera mujer de Honduras en llegar a la más alta magistratura de esa nación centroamericana.

Castro juró hacia las 12.05 horas locales (18.05 GMT) ante la jueza Karla Rivera en una ceremonia en el Estadio Nacional, de Tegucigalpa, entre el aplauso de miles de sus compatriotas e invitados especiales de varios países.

“Prometo ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución y sus leyes”, expresó la nueva mandataria con su mano izquierda puesta en la Constitución que sostenía una nieta suya, y acompañada, además, de su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009 por un golpe de Estado.

Seguidamente, la jueza Rivera tomó el juramento a los tres designados presidenciales (vicepresidentes) Doris Gutiérrez, Salvador Nasralla y Renato Pineda.

La banda presidencial le fue colocada en el pecho a la nueva presidenta por Luis Redondo, el presidente del Parlamento hondureño que es apoyado por la mandataria y sus aliados políticos, luego de que una disputa en el ente legislativo derivara en dos directivas parlamentarias diferentes.

Líder del Partido Libertad y Refundación (Libre), Castro ganó en noviembre pasado las elecciones con 1,7 millones de votos. Tras jurar como presidenta del país, dijo a los hondureños a través de su cuenta en Twitter que con asumía el compromiso con “humildad y firmeza” y que “no va a doblegarse ante intereses particulares y siempre tendrá presente porqué su pueblo la eligió”.

Cuba envió a la toma de posesión de la nueva mandataria de la nación centroamericana a una delegación de alto nivel, encabezada por el vicepresidente Salvador Valdés Mesa, quien estuvo acompañado por la viceministra de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal.

A su arribo a a Tegucigalpa, el vicepresidente cubano aseguró que llegaba un “día histórico” para Honduras, pues ocuparía la presidencia “por primera vez una mujer que ha mostrado mucho tesón, mucha voluntad, mucha valentía y ha sido capaz de integrar los factores populares”, según reporta el sitio oficial Cubadebate.

Valdés Mesa dijo, citado por el mismo medio, que “con este triunfo se abren nuevas perspectivas para fortalecer las relaciones entre Cuba y Honduras, porque estas son, esencialmente, relaciones históricas y de solidaridad.”

Los vínculos entre ambos países comenzaron a ser más fluidos después que el gobierno cubano envió hacia Honduras a una importante brigada médica para la atención de los damnificados que dejó en ese territorio el potente huracán Mitch, en 1998.

No obstante, llegaron a un nivel superior cuando Manuel “Mel” Zelaya llegó a la presidencia del país en enero de 2006, con un programa de corte progresista, y desde sus primeros momentos se vinculó con la tendencia de izquierda que marcaban entonces a varios gobiernos de la región como Cuba, Venezuela y Ecuador. Además, bajo su presidencia Honduras se integró la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Américas (ALBA).

A finales de junio de 2009 Zelaya fue sacado del poder a la fuerza por los militares y Honduras pasó a tener un gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti, entonces presidente del Congreso.

Con la llegada de Xiomara Castro a la presidencia, después de una clara victoria electoral al frente de un proyecto político distante al de sus predecesores, se han disparado nuevamente las expectativas sobre su posible accionar al frente de una nación que clasifica entre las más pobres y atrasadas de la región, y también sobre su postura en la arena internacional y la vuelta de posibles alianzas con otros gobiernos de izquierda.

EFE / OnCuba

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