Cuba inició las labores de recuperación de las inundaciones provocadas por el temporal de lluvias de los últimos días que castigó severamente zonas del centro y occidente del país, en vísperas de la temporada ciclónica del océano Atlántico 2018.
Las intensas lluvias asociadas a la tormenta subtropical Alberto dejaron daños que aún se cuantifican, mientras las autoridades evalúan y contabilizan las pérdidas y adoptan medidas para minimizarlas, reportan medios estatales.
Tres grupos gubernamentales encabezados cada uno por un vicepresidente del Ejecutivo de la Isla se han desplazado a los lugares más afectados por las inundaciones en las provincias de Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos, Ciego de Ávila, en el centro, y Matanzas, en el occidente.
Los daños más graves se reportan en la agricultura, la vivienda, las vías férreas, y los servicios de telefonía, electricidad y suministro de agua.
Para intentar salvar la cosecha de tabaco en Villa Clara, se realiza el drenaje del agua acumulada en los alrededores de las casas donde se curan las hojas de ese cultivo y se elevan las temperaturas dentro de esos recintos para acelerar el secado.
En Villa Clara, el director de la Empresa de Acopio y Beneficio al Tabaco La Estrella, Orysbel González, explicó que aún quedan en los campos más de 1,000 hectáreas plantadas con tabaco, unas 800 destinadas a la capa dura de los puros habanos de exportación, que debe tener unas características específicas y calidad superior.
En estos casos los vegueros deben esperar a que desciendan las aguas sin realizar acciones agrícolas de ningún tipo, para luego valorar cuáles son las estrategias pertinentes, añadió.
Actualmente los vegueros colocan las hojas secas en la parte más alta de las casas de curado, para alejarlas de la humedad de la tierra, y expertos en sanidad vegetal chequean los cultivos para descubrir la posible presencia de hongos u otras plagas que surgen en estas condiciones ambientales.
En Matanzas se mantienen inundadas más de 5,000 hectáreas de cultivos, principalmente en los municipios de Colón, Perico, Jovellanos, Martí, Calimete y Ciénaga de Zapata, según informó el subdelegado agrícola en la provincia, Yosvel Tejera, citado por la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Los cultivos más afectados son maíz, piña, calabaza, malanga, yuca, boniato y frijol y para salvar esos productos los agricultores agilizan las labores de drenaje en las áreas e instalaciones inundadas, cosechan y se distribuye al mercado la mayor cantidad posible.
En Sancti Spíritus, uno de los territorios más golpeados por el evento meteorológico, técnicos y especialistas trabajan para restablecer más de 1.530 interrupciones a la telefonía y a unos 21.000 circuitos eléctricos.
Ciego de Ávila se han notificado derrumbes totales y parciales a 114 viviendas, concentrados principalmente en los municipios de Venezuela, Florencia y Ciro Redondo a causa de las precipitaciones pero también de tornados.
En esa región el grupo empresarial azucarero Azcuba registró 12.476 hectáreas de caña totalmente inundadas y 1.500 hectáreas que estaban preparadas para la siembra que fueron perjudicadas.
Entre las medidas puestas en marcha se intenta recuperar los alimentos aprovechables para el consumo humano y animal y la entrega de utensilios de cocina, colchones y materiales de construcción a los damnificados.
En Pinar del Río, la región más occidental de la isla, se permanecen en los campos unas 8.000 toneladas de arroz que estaban listas para la cosecha que ha sido impedida por la situación climatológica de la última semana.
Este panorama está presente a las puertas de la nueva temporada de ciclones que transcurre cada año entre el 1 de junio y el 30 de noviembre, mientras se espera la llegada del sexto mes del año, considerado el más lluvioso para Cuba.
EFE / OnCuba
Éramos pocos y Katana se extremó.