La escuela secundaria de Florida donde un ex alumno mató a tiros a 17 personas con un fusil de asalto reabrió para los maestros este viernes, mientras la comunidad se enteraba que un agente armado en el lugar no hizo el menor intento de detener al autor de la masacre.
Esto se sumó a los informes de un defecto en la cámara de seguridad y varias constancias de que el sospechoso de 19 años había demostrado problemas de conducta desde hacía mucho tiempo para generar lo que el presidente de la cámara de representantes de Florida llamó una “falla abyecta en todos los niveles”.
La masacre del día de San Valentín en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas ha reencendido la polémica nacional en torno a las leyes de portación de armas y la seguridad en las escuelas. El presidente Donald Trump y otras personas han propuesto que haya maestros armados en las escuelas. Por el otro lado, los partidarios de regular la portación de armas han vuelto a la carga con la propuesta de limitar o incluso prohibir totalmente los fusiles de asalto.
Se dijo a los maestros que podían regresar el viernes a recoger sus pertenencias de aulas que estaban cerradas desde el día de la masacre. La escuela planea realizar cursos de orientación el domingo para maestros y estudiantes y reanudar las clases el miércoles.
“Debemos definir cuál es la nueva normalidad, pero queremos regresar”, dijo el profesor de geografía Ernest Rospierski, cuya aula está en el tercer piso del edificio atacado. Las autoridades dijeron que se derribará ese edificio.
La profesora de historia Ivy Schamis dictaba una clase sobre el Holocausto cuando el agresor disparó al interior del aula. Planea regresar el lunes a recoger varios objetos, entre ellos una pancarta amarilla con la leyenda “Nunca Más” en alusión al Holocausto. Quiere colgarla en su próxima aula: “Es una bandera del Holocausto y será nuestra consigna después de esta tragedia”.
El agente a cargo de la seguridad de la escuela permaneció en una de las entradas durante más de cuatro minutos después que comenzaron los disparos el día de la matanza, “pero no entró”, dijo el comisario del condado de Broward, Scott Israel, en conferencia de prensa. El tiroteo duró unos seis minutos.
El agente, Scott Peterson, fue suspendido sin sueldo y se inició una investigación, pero optó por renunciar, dijo Israel. Preguntado qué debería haber hecho, Israel dijo que el agente debería haber “entrado, enfrentado al asesino, matado al asesino”.
AP / OnCuba