Este 24 de diciembre en la centenaria parranda remediana el barrio de San Salvador triunfó, tras varios años de reinado de El Carmen. Con un récord de 1 hora y 20 minutos de fuegos artificiales criollos, durante su primer saludo, se abrieron paso hacia el trono.
Los legendarios barrios en pugna, desde sus correspondientes esquinas en el parque de La Libertad de la octava villa fundada en Cuba, iniciaron un contrapunteo pirotécnico desigual a las 4 de la tarde y continuaron revelando sorpresitas cómplicemente guardadas hasta el amanecer del día 25.
Cierto que los carmelitas evidenciaron, pese a plausibles esfuerzos, una discreción desacostumbrada en sus salidas. Algunos remedianos comentaron que a causa de la joven directiva, otros que a falta de presupuesto, la pérdida de su principal patrocinador, desánimo o por la llegada tardía de la madera para elevar el trabajo de plaza y la carroza, consagrados esta vez a la histórica tradición de los gavilanes, y a los ángeles y demonios, respectivamente.
San Salvador, por su parte, lució —a canto de gallo— audacia e inventiva en dos carrozas ornamentadas de manera profusa con motivos fantásticos y mitológicos que dejaron a los espectadores boquiabiertos, no solo por la belleza, sino por la defensiva con que arremetieron sus creadores y partidarios ante irrespetuosos del público que intentaban apropiarse de los arreglos confeccionados a partir de recursos autogestionados.
Personas de múltiples zonas del país y el extranjero viajan a Remedios —en la central provincia de Villa Clara— para, aglomeradas, celebrar la Noche Buena, mientras presencian la folclórica rivalidad de San Salvador y El Carmen, desafiándose a mitad de la calle —desde 1820— con carrozas enfrentadas, estructuras de metros de altura iluminados, fuegos artificiales y rítmicas polcas interpretadas con rejas, trompetas, trombones, clarinetes, tambores, cencerros.
“Esta es una diversión pacífica —comparte Alfredo, quien viene de La Habana con sus hijos cada año y apoya a cualquier bando si necesita un par de manos extra para detonar voladores junto a los artilleros—, por eso reservo mis vacaciones para el momento. Una fiesta así de tradicional y sana se goza tanto que me he vuelto fanático”.
Aunque avezados participantes en las parrandas acusaron los in pass y la modesta espectacularidad de las actividades de ambos bandos en la ocasión, para muchísimos parranderos la experiencia resultó singular.
Claro que aquí todo no es color rosa, ni cuanto brilla es oro; pero sí altamente disfrutable siempre que se tengan ciertos conocimientos. Porque si desea que el jolgorio no le sepa a tragedia: vista sus peores galas, pues la ropa termina chamuscada; cuelgue sus pertenencias al frente, nunca a su espalda para que los carteristas no se aprovechen en la algarabía; use una gorra o sombrero y pañuelo para protegerse de los efectos de la pólvora cuando estallan los voladores; sitúese a una distancia media de dónde lanzan los fuegos artificiales, así correrá menos riesgos de quemaduras; ¡ah!, y quédese con su grupo o intégrese a uno, aquí, por lo general, fluye la buena onda. Me impresionó ver apenas dos policías y ningún pleito.
Hace 6 meses la parranda de San Juan de los Remedios recibió el título de Patrimonio Cultural de Cuba. Hubo encantados y decepcionados en esta última edición que aseguraron regresarían. Se escucharon promesas de un festejo por todo lo alto para el 2015, cuando la localidad cumpla 500 años.
Foto de portada: Yailín Alfaro
Fotogalería: Yailín Alfaro y Gerlins Rivero
Amiga, vivo en Remedios, y te puedo asegurar que hace muchos años que El Carmen no puede con San Salvador. Por lo menos una década. By the way, saludos, también soy periodista de la radio local en Remedios. Quiero saber si OnCuba está interesado en publicar trabajos relacionados con los 500 años que está a punto de cumplir la villa de San Juan de los Remedios, la Octava fundada por los españoles en la isla. Ya están preparándose esas festividades y ustedes pueden tener la exclusiva.
Por otro lado, el parque de Remedios no se llama La Libertad, sino José Martí, adoptó ese nombre en 1902 con la independencia de Cuba; antes se llamaba Isabel II, en honor de la Reina de España que gobernaba en el año de su inauguración oficial (1852). Arreglen esos detalles por favor, para que la historia de mi ciudad no se siga distorsionando.
jejejejeejeeje Nunca he tenido la oportunidad de estar en una parranda en esta localidad, a pesar de que soy de ZULUETA, solo he estado a 14 KM de la capital municipal jejejejeje UN abrazo a todos los villarenos desde Camagüey, Cuba
pues amigo te invitamos todos los remediamos a que nos visites para que disfrutes de las parrandas mas bellas que puedas ver ademas y sin dejar de mencionar las de zulueta pero estas no las supera creo nada ni nadie