Socializada en julio pasado, la Plataforma Demócrata de 2024 contiene las prioridades del partido, desde la economía hasta la crisis climática, desde la brecha racial entre ricos y pobres hasta Roe vs. Wade, la violencia armada y la frontera sur, entre otros temas.
Según el presidente de la Convención Nacional Demócrata, Jaime Harrison, “esta Plataforma destaca el progreso que hemos logrado desde el primer día de la administración Biden-Harris y vuelve a comprometer a los demócratas […] con nuestra misión de brindar a todos los estadounidenses una oportunidad justa”.
La economía en la Plataforma
El documento parte de un hecho una y otra vez reiterado por el presidente Biden y otros emisores del partido: “Cuando el presidente Obama asumió el cargo en 2009, heredó una economía en picada, con enormes déficits, costos prohibitivos en la atención médica, disminución del empleo y los mercados bancarios y de viviendas al borde del colapso. Trabajando con el presidente, los demócratas estabilizaron el sistema financiero, ayudaron a prevenir una segunda Gran Depresión y crearon millones de nuevos empleos”.
Mas adelante, sostienen:
Este país ha regresado del abismo, el déficit ha disminuido en más de $1 billón, tenemos el mejor historial de empleo desde John F. Kennedy y hemos impulsado la recuperación económica más fuerte del mundo.
Estamos iniciando más de 57 000 proyectos en 4 500 comunidades de todo el país e incentivando una histórica suma de 877 000 millones de dólares en financiamiento privado en todo Estados Unidos con empresas que invierten cientos de miles de millones más de lo que invirtieron bajo el Gobierno de Trump para construir nuevas fábricas.
Y luego:
Seguiremos luchando […] para dar a todos el derecho a organizarse para obtener mejores salarios, beneficios y condiciones de trabajo y finalmente aumentaremos el salario mínimo federal a 15 dólares la hora. Y seguiremos ampliando el acceso al capital para que los estadounidenses puedan iniciar y hacer crecer pequeñas empresas.
Hemos creado casi 16 millones de puestos de trabajo, los precios de los medicamentos recetados están bajando y estamos tomando la medida más ambiciosa de la historia mundial para luchar contra el cambio climático. Hemos trabajado para cerrar la persistente brecha racial de riqueza que ha plagado a nuestro país durante generaciones, con la riqueza de los negros aumentando un 60 % desde antes de la pandemia y la riqueza de los hogares latinos aumentando un 19 % en los últimos tres años.
Y concluyen: “Estamos comprometidos a hacer todo lo posible para construir una economía de pleno empleo, donde todos tengan un trabajo con un salario suficiente para criar una familia y vivir con dignidad”…
La plataforma es sin embargo prácticamente omisa acerca de tres grandes temas que preocupan a los votantes: inflación, impuestos y viviendas.
El plan de Kamala Harris para la economía
La inflación sigue siendo, en efecto, una de las principales preocupaciones de muchos estadounidenses, a pesar del discurso oficial antes citado. Es un reflejo de la pérdida de poder adquisitivo a medida que los precios de bienes y servicios han aumentado con el tiempo. Y ello, obviamente, tiene un impacto inmediato en las finanzas personales.
Tres de los pilares de la campaña de la nueva candidata demócrata son la prohibición federal de especular con los precios de los alimentos, la reducción de impuestos y el impulso a la construcción de viviendas. Han sido definidas como tres prioridades de su plan económico durante los primeros cien días de la probable administración Harris/Walz.
En el primer punto, el plan consiste en prohibir la “especulación con los precios” en lo que se ha descrito como la “primera prohibición federal” en ese sentido, una medida considerada “comunista” por la oposición republicana. Se trata de establecer reglas para lograr que las corporaciones del ramo “no puedan explotar injustamente a los consumidores para obtener ganancias excesivas en alimentos y comestibles”, una reacción a encuestas según las cuales la alza en los precios de los alimentos sigue siendo un tema de máxima prioridad para los votantes en los meses previos a las elecciones.
El segundo persigue reforzar el crédito tributario por hijos para proporcionar un recorte de impuestos de 6 000 dólares a las familias con niños recién nacidos. “Permitiría 6 000 en alivio fiscal total para familias de ingresos medios y bajos” durante el primer año de vida de su hijo. También pide restaurar una expansión del crédito aprobado como parte de un paquete de ayuda por el coronavirus en 2021, el llamado Plan de Rescate Estadounidense.
El tercero se propone construir 3 millones de viviendas en los próximos cuatro años, junto con el “primer” incentivo fiscal para comprar viviendas en los casos de compradores primerizos. Su objetivo es presionar para que se apruebe la Ley para Detener la Inversión Depredadora, que persigue contrarrestar el aumento de los precios de las viviendas al ofrecer exenciones fiscales a los inversionistas compren 50 o más viviendas unifamiliares en alquiler.
Ofrece hasta 25 000 dólares en asistencia financiera a quienes compren una vivienda por primera vez, una propuesta que podría tener gran repercusión porque los costos de la vivienda continúan presionando el índice de precios al consumidor. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, los costos de la vivienda aumentaron un 5,1 % durante el año pasado, en comparación con una tasa de inflación general del 2,9 %.
Finalmente, en tesitura con la Plataforma, propone aumentar el salario mínimo de los trabajadores. “Es mi promesa a todos aquí, cuando sea presidenta, seguir luchando por las familias trabajadoras, incluso para aumentar el salario mínimo y eliminar los impuestos sobre las propinas para los trabajadores de servicios y hostelería”, dijo Harris en un mitin en Las Vegas.
Las encuestas
El problema es que esos mensajes, relativamente nuevos, no parecen haber tenido niveles de penetración demasiado profundos en sectores del electorado. Hasta ahora, los estadounidenses dicen tener más confianza en Trump en lo referido a la economía y la inflación, de acuerdo con la última encuesta de ABC News/Ipsos, implementada entre el 23 y el 27 de agosto pasados. Allí Trump aventajó a Harris por 8 puntos en ambas categorías. Y también la aventaja por 9 puntos en el manejo de la situación migratoria en la frontera sur.
Sin embargo, lo anterior no impide que los estadounidenses vean a Kamala Harris como una candidata más confiable que Trump en temas como la protección de la democracia y los nombramientos para la Corte Suprema. De hecho, en la encuesta citada la demócrata mantiene una ventaja de 4 puntos sobre Trump: 50 % vs. 46 %, cifra congruente con la tendencia post Convención. Por ejemplo, en la encuesta de ABC News/Washington Post/Ipsos hecha antes de ese evento, Kamala Harris tenía un 49 % de apoyo entre los votantes registrados, mientras que Trump el 45 %.
En la encuesta divulgada después de la Convención, el 56 % de los estadounidenses cree que Harris está haciendo un buen trabajo en la gestión de su campaña, por oposición a la de Trump (42 %).
Los demócratas tienen apenas sesenta días para tratar de revertir esas tendencias adversas en ambos temas, en especial en los swing states, que probablemente van a definir los resultados de estas elecciones. Eso podría marcar la diferencia entre ser o no ser.