Como en los mejores relatos cortos, todo ha sucedido en un minuto.
Por la televisión nacional pasan un partido de las Grandes Ligas entre los Rangers de Texas y los Royals de Kansas City. Kendrys Morales batea, suelta una línea por el derecho, llega a segunda e impulsa la primera de las dos únicas carreras que Kansas anotará durante el partido en cuestión.
El narrador ha ofrecido un par de datos generales sobre Morales: los 34 jonrones que despachó en su primera temporada completa con los Angelinos, su paso por Seattle, y yo sintonicé tarde, pero supongo que también haya dicho que Morales –ese Morales– es cubano.
Los narradores nuestros –que ya narran sin sonido ambiente, montados sobre una transmisión comentada en inglés; y no hay que ser amante del deporte para comprender tamaño sacrilegio– son la antítesis de lo temerario, por lo que no resulta difícil arribar a la conclusión de que estaban más que autorizados para colar en parrilla la transmisión de un juego en el que participaba un cubano que emigró y triunfó al mayor nivel del béisbol profesional.
Sin embargo, este jugador no es un jugador cualquiera. Cierto que anteriormente habíamos visto, no importa si por pocos segundos, lances o swings de José Iglesias o Jorge Soler. Pero Kendrys Morales fue, desde Omar Linares hasta acá, el novato más espectacular que debutara en Series Nacionales. Un verdadero ídolo, en su momento, de los Industriales y de Cuba. Alguien con suficiente huella y recorrido dentro de la memoria afectiva de la afición.
El narrador, no obstante, lo llamó así: Morales, no Kendrys. Es cierto que pedirle algún comentario eufórico (además, estamos hartos ya de comentarios eufóricos), o una simple nota de color, hubiera sido pedirle demasiado. Que se inmolara. Pero me gustaría no pasar por alto el gesto.
Nosotros –y si no, miren lo que sucede con Fidel Castro– sabemos bien lo que significa llamar a alguien por su apellido o por su nombre, y hasta que a Kendrys Morales no lo llamen Kendrys, que fue como lo conocimos, y no Morales, como si se tratase de un extraño más, las cosas no estarán en su sitio.
Parece un detalle, y lo es, pero ilustra muchas cosas. Habrá quien diga, como siempre, que qué queremos, que ya han comenzado a transmitir a los cubanos, que ahora por qué habría que llamarlos de una forma o de otra. Bien. Si tenemos que agradecer porque hayan transmitido a Kendrys, hagámoslo, pero por pura formalidad. Luego, inmediatamente, habrá que retomar la queja. No nos están regalando nada, no nos están haciendo un favor, solo nos están devolviendo, y bastante a cuenta gotas, lo que es nuestro completo derecho.
Ver a los cubanos. Y verlos ya. No colarlos de contrabando, no mencionarlos con reticencia o temor, no pasar por alto sus logros, sino gritarlos. Que hayan comenzado a transmitir béisbol profesional, que luego hayan comenzado a transmitir MLB, que luego hayan aceptado poner alguna que otra imagen de algún cubano, y que ya se atrevan a pasar un partido completo con la participación de uno de los nuestros, ha sido, si es que ha sido logro de alguien, un logro de los inconformes, de los malcriados, y no de los siempre prudentes o de los funcionarios y decisores que a última hora aceptan soltar prenda.
Que el béisbol no derrumba o apuntala un gobierno, es algo que ya deben haber aprendido. De hecho, que a estas alturas –y solo a estas alturas– se atrevan a transmitir cubanos, parece más un acto de inercia que la decorosa decisión de alguien. Síntomas previsibles: una pared que se moja, obvio que se va a descascarar.
No basta con decirle Kendrys a Kendrys. Hay que reseñar sus números, hay que hacerlo noticia, hay que seguir su trayectoria, hay que colocarlo, en nuestras mancas publicidades, a la altura en que colocamos a las estrellas de fútbol del momento.
No me sorprende que las cosas se vengan dando de esta manera. Al menos, por suerte, se están dando. Pero pasar por un ajuste de cuentas, que es por lo que hoy pasamos, siempre avergüenza. Me avergüenza, como país, que alguien tenga que decirle Morales a Kendrys (no es culpa del narrador, el narrador es un simple instrumento. Su culpa es, en todo caso, es ser ese instrumento), y me avergüenza más aún que haya quien diga que así tiene que ser, paulatinamente, como si los derechos elementales fuesen prebendas. Me avergüenza que ese tipo de cautela francamente reaccionaria sea disfrazada de pensamiento.
Si creemos, por otra parte, que aceptando a los peloteros cubanos de la MLB estaríamos desconociendo a los peloteros que decidieron permanecer en Cuba, si la única recompensa que podemos entregarles a los peloteros que permanecieron no es una recompensa en sí, sino la supresión del reconocimiento a los otros, a los que emigraron, entonces también habría que admitir que nuestra situación es más grave de lo que pensamos.
No es que te dé algo a ti, es que se lo quito al otro para que tu derecho, entonces, parezca un privilegio. Y si los peloteros que permanecieron se comen ese millo, y se ceban en ese tipo de miserias, y si fuese cierto que una vuelta a la normalidad heriría sus sensibilidades, entonces sí estarían demostrando que haber permanecido en Cuba fue una pésima y ponzoñosa decisión.
Al fin y al cabo, habría que recordarles que a Cuba vuelven ya cosas más determinantes que nuestros nobles atletas. En septiembre, por ejemplo, estaría arribando a La Habana el tercer Papa en menos de veinte años. Quizás sea eso lo que justifique que, en medio de una política tan atea como la que rige el deporte cubano, los corredores miren al cielo y se persignen cuando logran llegar safe. Un fetiche. Una moda. El acto de fe en medio de la confusión.
Es un gran logro, un pedido a gritos de todo el pueblo. Sin embargo, hay que recordar que para jugar en la MLB hay que firmar antes un ominoso contranto que versa “Por este medio declaro que he asumido residencia permanente fuera de Cuba. Además, por este medio declaro que no pretendo volver a Cuba, ni me permitirán volver..” Asi, cual si tu patria fuera la gorra sucia que te quitas cuando acabas el partido, y claro, muchos millones para pasar por alto esta sucia y denigrante oracion, es que te puedes lucir en el mejor baseball del mundo. Por lo tanto la culpa, la maldita culpa, no es del todo nuestra, pero tampoco es de nadie.
Excelente
Carlitos, como casi siempre le falta objetividad y por eso este artículo pierde en calidad porque empieza a suponer y hablar de cosas que no vio. Pues les cuento que sintonicé el juego porque quería ver si Kendrys jugaba, porque sé que milita en Kansas; y que ponerlo por la TV nacional sería algo histórico. Pero los narradores si lo mencionarion en la primera vez al bate y dijeron bien claro “El cubano “Kendrys Morales”. Yo realmente vi el juego hasta la mitad y hablaron hasta ese momento de la trayectoria de Kendrys en la MLB y como hasta hace poco no tenía equipo, no sé si después se habrán referido a él como Morales, pero de que dijeron Cubano, dijeron Cubano Carlitos. En fin pienso que tu articulo se pierde en ese sentido porque podías haber hablado de lo que resulto la aparición de Kendrys en la TV Cubana sin tener que llegar a cuestionar a otras personas cuando ni siquiera llegaste en la segunda hora de la película.
Sin más que agregar, excelente forma de escribir Carlos!
Brother, hay pocas cosas que me deleiten más que leer un artículo tuyo y criticarlo, pero esta vez no puedo hacer más que coincidir contigo. A pesar de que según alex, sí dijeron Kendrys y todo lo demás, igual siento que siempre se quedan debiendo algo. Kendrys Morales y bien y Alexei Ramírez y José Abreu y Yoenis Céspedes y Dayan Viciedo y Odrisamer Despaigne y Aroldis Chapman y también, como no Yasiel Puig y muchos más.
Que hayan mencionado a Kendrys o Morales o lo que sea, no merece ningún agradecimiento. Eso estaba más que “due” hace mucho tiempo.
Sí, cuando la gente se muere, digo cuando se van de Cuba, también juegan pelota.
No obstante, “para variar” le quitaron un turno al bate abriendo inning, toda una ridiculez… Pero, bueno, ya fue un paso…
También vi el juego, y lo vi con todo el morbo del mundo pq sabía lo q venía (Kendrys y la expectativa de q harían en la TV nacional), y nada, no pasó nada, sí mencionaron a Kendrys como Kendrys, sí dijeron q era cubano y sí hablaron de sus números, luego, lo q no entiendo es el número este q se tira el dizque periodista este, te pasas la vida buscándole la quinta pata al gato, a la mesa y a todo.
Quién te dijo a ti q alguien pidió agradecimiento por hacer eso, pipo, este país se está moviendo, coño, eres lo más parecido q he visto a lo mismo q criticas, a un dinosaurio político, te obcecas, te ciegas, y entonces te conviertes en la misma basura q criticas, (y q conste q hablo de cualquier dinosaurio político, conservador…, donde quiera q se encuentre geográfica e ideológicamente), pero tú no ves nada, tú no ves las cosas q ocurren, lo q se está haciendo y lo q está cambiando lentamente, pq lo tuyo es el diletantismo periodístico, lo tuyo es la verborrea, demostrar conocimientos, apabullar al lector metáfora tras metáfora, cita de libro tras cita de libro, pq tú si eres el bárbaro, el q más ha leído, frases hechas, arrogancia pura, pero mi herma, usted tiene 2 en análisis político, tienes 2 en análisis de la coyuntura, llégate por el ISRI pa q cojas unas clasecitas, si quieres te consigo el correo de Josefina, o de Roberta q te cae mucho mejor, pa q aprendas q en política lo real es lo q no se ve, ah, eso lo dijo Martí, del q no sabes nada y aun te atreves a escribir un artículo sobre el maestro, menos mal q no tiraste nada por el 19 de mayo, Martí no se merece morir dos veces.
En fin, de verdad q me agotas, y no se pa q hago esto, con los diletantes no se puede.
Mi querido pueblo de Cuba ya casi tienen el circo, solo les falta el pan, aleluya!!!!!!!!
De donde Bande saco que firman un contrato estipulando esas cosas que dice el ??, eso es pura Mentira y propaganda lava cerebro del gobierno Cubano !!!
Chama, que bien te ha hecho dejar a Cubadebate y venirte a trabajar a Oncuba. No cojas lucha con los haters, todo es circunstancial. Es verdad que a veces te pasas un poco en los recursos literarios a la hora de escribir tus articulos pero lo que importa es el mensage. Octavio te critica porque èl no sabe (y no lo critico, no puede saber) lo que es vivir en libertad; libertad de criterio, libertad de opinion, libertad de escoger, libertad de movimiento. El tiene que ir aprendiendo poco a poco. Yo se que èl argumenta que el pais se esta moviendo, mijo (Octavio) , por que ahora sì y no hace 40, 30, 20 o simplemente 10 años? Alguien te ha dado las razones? Se las has pedido a alguien? A ver, por que en los 70s ò en los 80s los peloteros cubanos no podian ser contratados por equipos de ligas como la japonesa o la mexicana? Para mi hay solo una respuesta, por mero capricho, por autoritarismo, porque aqui se hace lo que diga yo y no me importa nada mas.
Es triste tener que involucrar a un gobierno en una transmisión de deporte o en un comentario deportivo, o a cerca de un inmigrante que resulta ser exitoso en su vida o carrera en el extranjero. No sólo los peloteros cubanos emigran para buscar éxito y prosperidad, pero sólo nuestros peloteros cubanos son objeto y discordia entre comentarios de periodistas y políticos. Asombrados muchos no notan la diferencia entre la transmisión de un evento deportivo patriótico y la transmisión de un evento deportivo por el gobierno. Señores es tiempo de que las cosas tomen su lugar y se dividan y separen los poderes para que el pueblo el noble ser humano no tenga que sufrir de confusiones a la hora de disfrutar de un evento deportivo.
Lo saque de aqui mismo Michel Carbajal, mira lee.
https://oncubanews.1eye.us/deportes/mlb-cuba-la-vida-sigue-igual/
Como me rio de las tonterias de algunos foristas. Tranquilo Carlos, hay gente que no ve por que no tiene ojos y hay quien no ve por que no puede. A los que dicen que si dijeron o no dijeron, me parece que no han entendido nothing de lo que realmente se está hablando. Siento pena por ellos. Sólo nos falta una cosa a todos los cubanos de adentro ó de afuera, la libertad (como cualquier derecho) no se mendiga, pregúntenle a Maceo.
se atrevan a transmitir cubanos, parece más un acto de inercia que la decorosa decisión de alguien. Síntomas previsibles: una pared que se moja, obvio que se va a descascarar. LA VERDAD VERDADERA
Tremendo artículo, ojalá hayan concientizado el mismo.
Es bochornoza una narración así
Ay caballero como me gusta ese mulato, el periodista… pero no dicen que es gay?
No importa si dijeron Morales o el nombre completo. Si mencionaron sus resultados o los obviaron. Lo cierto es que evadir a capricho la realidad es tipico en Cuba. A muchas otras cosas similares y aun peores estamos enfrentados. Si existen dudas, revisar los post sobre los propositos de amordazar el ciberespacio anunciados por el Zar que controla la prensa desde el Dpto. Ideologico. Asemeja que los cancerberos de la informacion suponen que el pueblo cubano es un atajo de imbeciles incapaz de discernir por si mismo. Saludos.
Si lo ponen, porque no lo pusieron antes…si dicen porque no dijeron como lo querías oír y además afirmas que no lo viste desde el principio. Eso me recuerda la supuesta frese de Víctor Mesa que cogiste para dar “palo periodístico” y Víctor Mesa afirma que jamás te dijo. Cuidado que te pareces a Melchora (A la que si le meten grita y si se la sacan, llora) mezclada con la Gatica de María Ramos. ON CUBA, no me censures.
En octubre de 2013 se transmitieron estas imágenes de José Iglesias en la TV Cubana cuando participó en la postemorada: http://cuban-play.com/tv-cubana-muestra-imagenes-de-iglesias-2818/
Queridos editores de oncuba: si para ganar publicidad, tràfico en el sitio etc etc es vital comentar desde lo subjetivo, entonces les regalo ese periodismo que quieren hacer.Si Carlitos, buen redactor, buen cronista etc etc comete uno, dos y mas dislates y ustedes le rien la gracia, entonces, repito, quedense con ese periodismo.
Concuerdo con no pocos conceptos escritos aquì por el periodista, pero sus comentarios estàn forjados desde la mentira.Clarito escuchè “el cubano Kendry Morales”.Al final, sinceramente, no puedo confiarme de un mentiroso.
Se puede ser buen critico con odio? Se puede ser buen periodista colocandose a la altura de un Dios?
Si la fuerza, la pasión y la entrega que dedica el cubano al beisbol, al futbol, o al boxeo o a cualquier deporte la dedicaran a tratar de levantar nuestro país y cambiar las cosas seríamos algo así como la cuarta potencia económica del mundo… o casi.
Lo que mas puede ilustrar cual ha sido la politica propagandistica del gobierno para para desprestigiar a todo cubano que habandona el “paraiso” de los heranos y deja de ser un “animal” de su finca es ver como se ha ignorado siempre a cubanos prestigiosos en su profesion, desde escritores como Cabrera Infante hasta todos los deportistas, que segun ellos, han “tricionado”, como si dejar de aceptar una dictadura fuera antipatriotico.
Sobre el caso de los peloteros basta revisar los libros de records que anualmente se publicaban en Cuba, donde cualquier pelotero podia tener, por ejemplo, el record de mas jonrones en una temporada o el de mas juegos ganados y si salia de la finca, desaparecia del libro de records y su lugar lo ocupaba el siguiente en la lista.
Bastante acertado el artículo, con la inconveniencia que no se mencionaron otros detalles del fenómeno, como la persistencia de la prohibición a peloteros de la serie nacional jueguen en grandes ligas, a pesar que las autoridades cubanas, presionadas por las circunstancias y los “inconformes”, en contra de los lineamientos del PCC y con 16 años de atraso, rompieron con esa prohibición. En ese sentido, las autoridades cubanas llevan un paso por delante de los directivos de la MLB, quienes tienen que presionar para derogar las leyes que consangran tal prohibición, a menos que su intención sea mantener la situación actual. En tal caso ellos también politizan el beisbol.
La pelota cubana hoy se asemeja a un castillo de naipes, reflejo de lo que pasa en el resto de la sociedad, con el exodo masivo de peloteros, la corrucpción descrita por Urquiola, el secretismo de los medios al respecto, la mala infraestructura de los estadios y muchos etceteras, cualquer viento que sople se viene abajo y los perjudicados van a ser los mismos de siempre, los cubanos de a pie, donde quiera que se encuentren. Los cambbios para evitar el perjuicio en el deporte y en la sociedad en general no deben venir a cuenta gotas, como afirma el periodista, el ritmo de estos cambios no puede ser “sin prisa ….”.