La estación de ferrocarriles de Camagüey, edificada en la primera mitad del siglo XX, es una de las más singulares de Cuba. Las sobrias líneas art decó definen un conjunto arquitéctónico que deviene símbolo de la ciudad. La estación vieja es ahora mismo una ruina.
Aquí y allá hay carteles que avisan de posibles derrumbes. El andén perdió su portal. Ya no hay operaciones aquí. Pero en un futuro, ojalá que no demasiado lejano, esta será la sede del Museo Parque Temático Ferroviario, un ambicioso proyecto que dirigirá la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey.
Otro edificio con indudables valores patrimoniales que se integrará a la red de instituciones culturales de la villa.
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Hace poco estuve ahí y vi con pavor el estado de ruindad en que se encuentra que no es más que los años de desidia e irresponsabilidad administrativa de las autoridades
Por qué tantos lugares deben quedar condenados a pasar años en ruinas para luego convertirse en un parque, un parqueo o un museo??. Es algo que pasa a lo largo de toda la isla. Acaso no puede existir una economía real y NORMAL en que lo recaudado por la venta de pasajes, servicios, etc se re-invierta en el mismo sector que los genera?? Es bien sencillo pero a los que tienen el poder para hacer que eso cambie no hacen NADA
LAS FOTOS SON HERMOSAS, PERO DUELEN… POR QUÉ HUBO QUE LLEGAR A ESE PUNTO? ANTES DE CONSTRUIR LA OTRA ESTACIÓN, TAN FEA, NO PUDIERON INVERTIR EN LA RESTAURACIÓN DE ESTA… AHORA HARÁN UN MUSEO… OTRO…
Antes que nada un agradecimiento a Yuris por sus fotos; como siempre, ha logrado encontrar la esencia del sitio, mostrarlo en su real valor.
Sin embargo, debo aclarar algo, la estación vieja de Camagüey ahora mismo no es una ruina. Lo fue por bastante tiempo, pero desde hace meses los cambios que en ella se aprecian son resultado de la reconstrucción que pretende rescatarla para el futuro. Así fue, por ejemplo, que se derribaron los techos del andén (muy deteriorados por la falta de conservación adecuada).
Si bien el proceso se desarrolla a un paso bastante lento, no es menos cierto que ya se han ido reparando varias de sus instalaciones y en poco más de un año pudiera volver a la vida con una imagen muy similar a la que tuvo el día de su inauguración.
La posibilidad de volver a utilizar la estación en su función original parece poco menos que imposible. El problema radica en la longitud de sus andenes (de poco más de 150 metros) que resulta insuficiente para la extensión que alcanzan los trenes de pasajeros que hoy circulan en los trayectos nacionales. Ese fue un problema que afrontó esa terminal por muchos años y que en definitiva obligó a construir una nueva estación a su lado (allá por la década de 1980).
Este último es un hecho innegable ante el cual no queda otra alternativa que la aceptación. La única solución paliativa que pudiera adoptarse sería destinar a ese sitio las salidas locales (con menor número de coches), con lo cual se lograría mantener parte del uso que originalmente tuvo el lugar.