Una oración para un (ex) amigo de facebook…

Alguien me pregunta que cómo se me ocurrió estudiar periodismo en un país donde no se puede hacer “periodismo libre”, donde “escribes lo que te mandan a escribir y como te lo mandan a escribir”, donde “no hay un solo periodista que sirva”, un país con una prensa tan aburrida y complaciente con el poder, “mejor hubieras hecho estudiando otra cosa, estomatología, por ejemplo”, y de ahí para allá sigue hablando horrores del periodismo nacional y, como es habitual, nos echa buena parte de las culpas a los periodistas, “que son muy pendejos”, y sigue hablando y hablando este cubano que se fue hace cuatro meses para Miami y antes de irse muchas banderitas que movió en las marchas del pueblo combatiente, dice él ahora que fue porque lo obligaron, pero yo les digo que no lo obligaron nada, a lo mejor iba porque no quería “marcarse”, pero yo mismo a muchas no fui y nadie me marcó, pero bueno, como es habitual me voy por las ramas y toda la escandalera de este amigo de Facebook era a partir de un artículo mío de hace algunos meses en esta columna que acababa de leer y a él le pareció muy malo, “escrito lo más seguro a petición de tus jefes en el Partido”, y como le pareció muy malo, se embulla y dice que todo el mundo en este sitio escribe muy mal, que el único que más o menos se atreve un poquito es Carlos Manuel, “deberías aprender un poco de él, a tener más cojones”. Pero enseguida se pone a decir que Carlos Manuel también es buena perla y empieza a criticar a Carlos Manuel y yo le digo “mira, Fulano, critícame todo lo que te dé la gana, pero de Carlos Manuel no me hables, que Carlos Manuel es mi amigo, si tienes algo que opinar sobre su trabajo, comenta debajo de sus artículos”, y el compañero me responde que no va a perder su tiempo, “porque en OnCuba no ponen todos los comentarios, sino solo los que les conviene” y yo lo invito a que lea debajo de los trabajos del mismísimo Carlos Manuel, para que vea como cada quién escribe lo que entiende, y algunos incluso ofenden a Carlos Manuel con unas maneras que si yo fuera editor no admitiría, pero yo no soy editor de OnCuba y supongo que los editores de OnCuba tienen bien asumido que los lectores son libres de comentar lo que les dé la gana, pero mi amigo de Facebook cambia de tema y comienza a decir que en qué país yo vivo, que no me doy cuenta de que la gente vive insegura en sus casas, que el índice de asesinatos es muy alto, que no se puede salir a la calle porque te pueden dar una mano de palos en cualquier esquina (todo eso a partir de otro artículo que publiqué hace un tiempo y él ha decidido sacar a colación), que es una gran mentira que este país sea uno de los más seguros del continente, que se ve que yo soy un privilegiado y yo le digo que yo regreso casi todos los días tarde a mi casa, y atravieso incluso un descampado y nunca he tenido el menor de los sustos, pero bueno, ese soy yo y ese es mi barrio, a lo mejor en su barrio la cosa era distinta, y le digo que ya, que está bueno ya, que no quiero seguir discutiendo, que si quiere seguir opinando sobre el artículo que lo comente, y el tipo me dice que él puede decir lo que le dé la gana, que vive en un país libre y yo le digo “felicidades” y él vuelve a decir que yo escribo solo lo que me mandan y que no tengo cojones y yo ya estoy demasiado cansado de tanta retahíla y él me dice que para creer en mí tengo que escribir un artículo donde yo critique el periodismo nacional y yo que a veces me tomo en serio esos ataquitos lo remito a otra de mis columnas donde critico el periodismo nacional y el tipo dice que lo va a leer para ver si de verdad tengo cojones y yo le digo “lee, pero en todo caso ya me da lo mismo tu opinión y si tengo o no tengo cojones es en todo caso problema mío que para eso son mis cojones” y mi amigo de Facebook me dice que no tengo que ponerme bravo, que ese es otro de los problemas de los cubanos, que no admitimos otra opinión, que él me ha dicho su opinión sin ofenderme y que yo no estoy preparado para el debate franco y ya me parece demasiado y le digo “chico, la verdad es que ya me tienes agotado, y yo respeto tu derecho a criticar mi trabajo, hazlo cada vez que te dé la gana, pero no vengas a darme lata en mi Facebook, porque es mi Facebook”, y el tipo se ofende y me dice “Facebook es un lugar libre” y yo le digo “por eso mismo, como es libre no quiero hablar más contigo”, y él se ofende más todavía y yo lo quito de mis amigos pensando que ahora mismo no sé por qué lo acepté si cuando vivía en Cuba no nos llevábamos tan bien, y punto final, si quiere criticarme, si quiere criticar el periodismo nacional, si quiere hablar bien o mal de Carlos Manuel o de la santísima virgen, que vaya a hacerlo ahora aquí en OnCuba, debajo de esta columna que yo escribí así de un tirón porque quise escribirla así y así escrita como está se la dedico, con todo el amor del mundo, para que se dé gusto, vaya…

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