Yo siempre estoy inventando
para hacer que el repentismo
y el arte del decimismo
sigan vivos, progresando.
Cada día tomo el mando
y haciéndolo seguiré.
Siempre me renovaré
hasta en condiciones pésimas.
¿Lo último? Hacer mis décimas
¡en formato NFT!
¿Que qué es un NFT?
Es la versión digital
de un sello, de una postal,
de una obra de arte que
en vez de que expuesta esté
en la sala de un museo
está en Internet, la “veo”
solamente en Internet.
A la vez museo y set.
A la vez arte y trofeo.
Esta décima inventada
se escapa de lo analógico
con soporte tecnológico
y realidad aumentada.
La estructura es respetada,
continúa siendo décima,
pero, tras mi forma enésima
de reinventar verso y prosa
a esta estrofa novedosa
la he llamado “enefetécima”.
El uso de NFT
crece a gran velocidad.
Ya en el arte hay cantidad
de criptoartistas, lo sé,
gente que destaca y que
suele en esto suscribirse
o meterse o inscribirse
creando obras diferentes
hechas, exclusivamente,
para en la red exhibirse.
Los NFTs o bienes
(tokens) no fungibles son
una representación
inequívoca que tienes
de activos, y que mantienes,
físicos o digitales,
en la red blockchain. Canales
de nueva tecnología
para el comercio, hoy en día,
de artísticos materiales.
Con igual tecnología
que la de criptomonedas,
entre los blockchains hospedas
cualquier token-mercancía.
Son “jóvenes” todavía,
pero se van a quedar.
Y no se pueden cambiar
ni se pueden dividir,
pero sí pueden servir
para vender y comprar.
¿Que qué son “bienes fungibles”?
Bienes que pueden cambiarse
por otros, intercambiarse,
volverse sustituibles
para “negocios” posibles.
¿Y los no-fungibles, qué?
Los no-fungibles se ve
que no tienen (gran progreso)
número, medida o peso.
¡Y eso es el NFT!
Estos token no-fungibles
con los blockchain se almacenan
y así, desde que se estrenan,
se vuelven indestructibles.
Obras insustituibles.
Infalsificables. ¡Bien!
Participa tú también
y disfruta en cualquier parte
la mezcla eterna del arte,
los bitcoins y los blockchain!
Los NFT hoy en día
son un activo seguro,
una inversión de futuro,
una ciberalcancía.
Con esta criptografía,
la transacción realizada
queda siempre registrada
en varias bases de datos
(eternos cibercontratos:
marca descentralizada).
No existen NFT
que sean equivalentes.
Todos son independientes.
Todos únicos, per se,
con bloques o nodos que
desde la inicial jornada
dejan ultraconectada
la obra (y sus compradores)
a una red de ordenadores,
siempre descentralizada.
Y con estos metadatos
su autenticidad (grabada)
se encuentra garantizada
en meta-mega-contratos.
En estos bloques con datos,
con estos nodos, descuida:
quedan valor de partida,
tipo de obra, transacciones,
autores y adquisiciones
para el resto de la vida.
Quiere decir, que al comprar
una obra tokenizada
con NFT no hay nada
que pueda esa obra “trucar”.
Siempre podrás demostrar
que es tuya (pacto sagrado)
que tú la has tokenizado
y el mes y la hora y el día
o el valor que antes tenía
y por cuánto lo has comprado.
Y para esto me he juntado
con amigos cantautores,
periodista y escritores
que me han puesto un pie forzado.
Todo lo he “descolocado”.
Todo lo he “roto” otra vez.
Con la misma rapidez
con que este arte nos conmueve
el pie forzado se mueve
del verso 1 al verso 10.
Como ya se han dado cuenta
yo nunca me quedo inmóvil.
Es el “pie forzado móvil”
otro invento del Pimienta.
La tecnología aumenta
y lo hace todo fractal.
En mi juego “escritoral”,
sin miedo y sin amenaza,
el pie impuesto se desplaza
del principio hasta el final.
Así que todo el que adquiera
esto que yo me inventé
(décima en NFT
o NFT decimera)
podrá decirle a cualquiera
que adquirió una obra valiente,
que es única y diferente
(tecnológico abolengo)
y (ahora sí) decir: “yo tengo
un móvil “inteligente”.
Bueno, y como ya se sabe
que yo soy lírico-lógico,
para el salto tecnológico
debí juntarme con Xave.
Xave es quien me dio clave
para el poema “aumentado”.
Yo he pedido un pie forzado
y los colaboradores
no pudieron ser mejores:
Echen un ojo al listado.
Silvio, Calamaro, Juanes.
Kilombo y Liuba María.
Drexler y Perugorría
(qué dos artistas, titanes)
Todos son tremendos “manes”.
Ruibal (quien vale por dos)
El Kanka, Tito Muñoz
(letrista de obra grandiosa)
Gilbertico Santa Rosa,
Marwan, Martín Caparrós.
Pedro Guerra (y yo feliz:
qué fiesta del pie forzado
y del verso improvisado).
Zenet (árbol y raíz).
De Cuba, el Deme Muñiz
(qué “buena vista”, joder ).
Cimafunk, Daniel Samper,
Daniel Drexler, Dave, Fonseca
Dany Hoyos (qué biblioteca)
Kevin Jonhasen (qué ser).
Dani Orviz, JuanJo Hernández,
Nico Ospina, Rozalén,
La Marta Gómez también
y otros artistas muy grandes.
Victoria Sur, Fran Fernández,
Miguel Inzunza, Briseño,
David Aguilar (qué empeño).
David Otero (qué swing).
La Cecilia Todd (por fin)
y, por supuesto, yo (el “dueño”).
Y, ahora sí, como si nada,
gracias a nuestra “efetécima”
van a poder ver la DÉCIMA
en realidad aumentada.
La décima proyectada
sobre un objeto real.
Y quien la compre, al final,
tendrá una obra interactiva:
¡Viva la Décima viva!
¡Mi NFT decimal!
Atentos a nuestras redes,
La enefetécima, cuenta,
que pronto ¡estará a la venta!
No se despisten ustedes.
Yo puedo. Él puede. Tú puedes.
La décima aquí renace.
En NFT se hace
un viaje al nunca jamás.
Y si quieren saber más
sigan el siguiente enlace.
Aquí: www.decimasvivas.com