Cuando mi esposa pierde la calma conmigo me llama “lento”. Como si razonar bien las cosas fuera un pecado. En todo caso, prefiero ser lento que sanaco. Parece lo mismo pero no… El lento quizás demora en reaccionar porque anda sopesando pros y contras, anticipándose varias jugadas como un ajedrecista que solo moverá sus piezas buscando el jaque, nunca las tablas…
Pero el sanaco no. Este espécimen no las piensa. Habla antes de procesar, y entonces salen ciertas perlas que uno escucha con indulgencia, reprimiendo unas ganas terribles de ser despiadado, para curarle al sanaco la tontería con una respuesta sarcástica, literal, inmisericorde… ¿Ya adivinó a quienes me refiero?
Hablo de esa gente que te llama por teléfono, le sales tú y te preguntan: “¿estás ahí?”. No, comem…, soy un holograma sonoro enviado desde el futuro para responder tus perogrulladas. O de esos que te ven entrar y te sueltan: “¿ya llegaste?”. Claro que no, lo que ves aquí es solo mi cuerpo, mi espíritu aún está en camino… ¡Guanajo!
Estoy seguro que no lo hacen con mala intención. Supongo que sean una especie de reflejos incondicionados, algún resorte involuntario que les hace preguntar lo obvio, o un tic nervioso en forma de muletilla, que no pueden evitar aunque sea irritante. ¿No se han topado nunca con esa gente que al hablar te pregunta mil veces ‘entiendes’? O peor, que en vez de punto y seguido separen sus oraciones con un “no sé si tú me entiendes”. Es como para responderles “no, no entiendo, yo soy así de tonto…”
Antes de que me acusen de intolerante, debo advertir que esto es solo una reflexión jocosa e hiperbólica: no tengo nada contra los despistados, entretenidos, musarañosos y lunavalencianos. Tengo mucha gente cercana y muy querida que suelta esos números de vez en cuando, y hasta ellos se ríen de su sanacá. Ahora bien, no soy tan benévolo cuando el sanaco en cuestión se dedica a algo que me atañe tanto como el periodismo.
Por ejemplo, cada vez que escucho a un colega soltar un “¿qué opinión le merece?” me hierve la sangre. No hay pregunta más socorrida cuando no se sabe qué demonios preguntar. Nuestra radio y televisión se inunda de lugares comunes en cada pase en vivo, en cada entrevista en set, en cada ocasión que la ineptitud agarra un micrófono…
Una solución sería encontrar mejores periodistas, o al menos obligarlos a prepararse bien, a indagar sobre cosas trascendentes, con enjundia, a aprender a darle confianza al entrevistado para que se sincere, en lugar de dictarle la respuesta en la pregunta, con horrores al estilo de “Te sientes extremadamente feliz después de haberte impuesto en un concurso tan exigente y con rivales de primer nivel ¿no?”. Por Dios…
Otra solución sería que hubieran más entrevistados socarrones, de esos que cuando les preguntan “¿Cómo te sientes después de ganar esta medalla?” sean capaces de responder: “Terrible, nefasto, fatal… Imagínate qué frustración para mí después de toda una vida entrenando para perder…”. O que sencillamente repliquen: “¿Qué clase de pregunta estúpida es esa?”. También sospecho que se hacen tantas preguntas tontas porque no abundan las respuestas inteligentes, y al final todo es un círculo vicioso.
Y como la catarsis estéril es pura masturbación intelectual, aquí les dejo una tarea: la próxima vez que algún sanaco le haga una pregunta tonta, respóndale cómo se merece, sin endulzárselo. Créame, le hará un favor. Y si no lo cura, al menos se divierte…
Buenísimo Charly.
…”la próxima vez que algún sanaco le haga una pregunta tonta, respóndale cómo se merece, sin endulzárselo. Créame, le hará un favor. Y si no lo cura, al menos se divierte…”
Ja ja ja, muy bueno
Excelente!
Te faltó un: “a quién le dedicas este logro?” pero… sin comentarios. Mis respetos para ti, me encanta tu columna 🙂
Comenta Charlie:
…gente que te llama por teléfono, le sales tú y te preguntan: “¿estás ahí?”. No, comem…, soy un holograma sonoro enviado desde el futuro para responder tus perogrulladas. O de esos que te ven entrar y te sueltan: “¿ya llegaste?”. Claro que no..
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Charlie, descargas sobre un asunto banal. El que hace la pregunta no es tonto. Conoce perfectamente lo que hay y no espera respuesta, Es una pregunta retorica, que formula por decir algo. Je je. Yo mismo, soy asi, de sanaco
Me encantó, yo unas veces suelo ser el despistado, pero la mayoría del tiempo soy el tipo que como tú, Charlie, arremete contra ellos jajaja
Acabo de descubrir en tu columna que soy sánaca ajjajajaj
Charly….todo en la vida es relatividad. Hay sanacas buenas y sanacas malas, sanacos buena gente y sanacos pesados. Imagínate una sanaca buenota (y ya sabes lo que es buenota en Cuba) sin cascara en una cama y que te pregunte ¿Charly que opinión te merezco? …..va que le endulzas la respuesta y pasas un curso de sanaqueria la noche entera…..y a gusto. Charly coge suave la vida…..y se mas rápido, que hay que ser medio sanaco para que tu mujer te diga “lento”.
jjajajaj está muy bueno Charly!!!!! :p
jajajaj muy bien, pero recuerda que las mayoría de los entrevistadores de la tv y la radio no son periodistas. A propósito, como la isla está llenode sanacos y sanacas.
Y que me dices de esos que abren la puerta de tu oficina de 4×4, donde estas sentado en tu buro, y te sueltan “Fulano esta aqui?”… yo siempre respondo con un ritual: abro la primera gaveta del buro y digo “Fulano, sal que te descubrieron”… O la que me solto la vieja del pantry una vez que saque mi almuerzo “Tu te vas a comer todo eso?”… le dije “No, yo lo traigo para una exposicion personal”…
Me parece que el autor es un sanaco por escribir este tipo de artículo, parece que piensa lento pero además nada interesante :)))))))
Me parece que el autor es un sanaco por escribir este tipo de artículo, parece que piensa lento pero además nada interesante :))))))
Pinareño. Charly piensa lento…pero es aplastante. Ser lento no siempre es un defecto, la lentitud en ciertas circunstancias es la clave del éxito, que me dices por ejemplo de hacer el amor lentamente, o cocinar un buen potaje a fuego lento, pasear lentamente junto al mar.
De todas formas Charly “OJO”, los pinareños son profesionales de la sanaqueria, si un pinareño te dice que eres un sanaco….corre para el medico sin pensarlo dos veces.
Este artículo no se me parece a “hacer el amor” o “cocinar un potaje” se me parece mas bien a una “lenta pérdida de tiempo sentado en un balance mientras miras al vacío” o peor aun a un “fútil intento de autojusticación de estilo o actitud personal, por algún complejo de inferioridad o superioridad no queda claro”, en cualquier caso es una pérdida de tiempo, y es mi deber como lector (creo) contribuir a dar balance y quizás ayudar a nuestro querido escritor (si es posible) a que nos regale sus mejores contribuciones. Aunque creo que ya dos comentarios son suficientes para mí ya estoy cayendo en sanaquería.
Todo criterio es respetable, pero mi columna es mi pequeño pedazo para escribir las sanacás que me vengan en ganas, no las que alguien considere que deba escribir. Mi intención es divertir, relajar, evocar, sugerir… El que busque cosas interesantes, que busque otra sección o vaya a una bilbioteca…
Por si no lo ha notado mi intención es provocar, cuestionar, estimular, debatir, algo parecido a lo que pides hagamos con los sanacos
Eso es Charly, te demoraste tres días (ya sabemos que eres lento), pero al final saliste a defenderte. No dejes que venga nadie….y mucho menos un pinareño, a decirte que hacer con tu columna. Tampoco te sientas menos Charly, en el resto de las secciones no hay nada que te supere……confía en mí, ya quizás en la biblioteca sea otra cosa, pero no es el caso ahora.
Tampoco te disgustes con el pinareño, ellos son raritos, fíjate que al final su verdadera intención era “estimularte”, cosa de la que no nos dimos cuenta nadie en esta sección. Los pinareños son así, te dan un trompón en el ojo y luego te dicen que lo que pretendían era enderezarte los espejuelos. Ya sabes lo de los pinareños que se lanzaron en balsa por una represa para intentar irse de Cuba, y luego lo que se demoró la policía de Pinar del Rio en detenerlos, porque no tenía claro si ya los tipos estaban en aguas internacionales.
Así son Charly, así que adelante, aprovecha el impulso que te ha dado nuestro amigo el pinareño y regálanos otro buen artículo.
Me encantó leer tus reflexiones, me reí mucho