El artista búlgaro

Si alguien duda que todavía a estas alturas se puede ser un jugador de super elite apelando a la imaginación y el ajedrez de ataque, revise las partidas de Veselin Topalov y se convencerá de que es posible.

Recién cumplidos los 40 abriles, el búlgaro figura actualmente en el cuarto peldaño del escalafón en vivo, con un desmesurado ELO de 2798. No obstante, esa no es la cota máxima de su carrera, pues hace un lustro llegó a 2817.

El público lo adora. Odia las tablas rápidas, batalla con ahínco, rechaza el juego posicional que casi todos practican. Y así fue desde que era un muchacho, cuando ganó el Mundial sub-14 y quedó subcampeón en el Europeo para menores de 16 años.

A partir de entonces tuvo que trasladarse a España en busca de mejorar su juego participando en multitud de torneos abiertos, y su popularidad creció hasta los cielos tras vencer a Kasparov –el mismísimo Kasparov- en las Olimpiadas de 1994.

Desde ese momento empezaron a lloverle invitaciones a Linares, Wijk aan Zee, Melody Amber… No obstante, faltaba la guinda del pastel, que tardó en aparecer hasta el año 2005, cuando encabezó a los mejores jugadores del planeta en San Luis, Argentina –excepción hecha del ruso Vladimir Kramnik- y alcanzó la corona universal.

Ya en la cumbre, en 2006 le tocó defender su reinado contra Kramnik, que llegaba respaldado por el título de la PCA, una federación alterna que creara Kasparov. Una vez más se enfrentarían dos maneras opuestas de entender el ajedrez: Kramnik, sólido y poco amante de correr riesgos, pero extremadamente peligroso en encuentros de varias partidas; Topalov, jugador de ataque, capaz de crear belleza en un tablero y siempre dispuesto a pasar a la ofensiva.

Fue un match cargado de polémica. Poco antes de la quinta partida, con el duelo favorable al ruso (dos victorias y dos tablas), el equipo de Topalov denunció que Kramnik iba demasiado al baño con el objetivo de recibir las jugadas a través de algún artilugio electrónico. Esta acusación estaba basada en que en el único lugar donde no había cámaras era en los cuartos de baño. La organización dio luz verde a la reclamación del equipo de Topalov, se habilitaron nuevos cuartos de baño y Kramnik, indignado, decidió no acudir a la quinta partida, que se le dio como perdida. (Por cierto, una vez finalizado el match, Kramnik desveló que acudía con tanta asiduidad al cuarto de baño para poder fumar sin ser visto por su equipo).

Lo cierto es que el encuentro finalizó empatado y hubo que decidirlo en el cuarto y decisivo cotejo rápido, ganado por Kramnik. Ese momento determinó una baja sensible en el ajedrez del búlgaro, que afortunadamente recuperó la fe en sí mismo con posterioridad, y ahora mismo está otra vez sobrado de esperanzas.

Tipos como Topalov, Morozevich, Judit Polgar, Shirov… hacen que el ajedrez conserve, junto con su innegable condición científica, la capacidad artística que tanto le admiramos.

Blancas: Veselin Topalov. Negras: Ruslan Ponomariov

1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cf3 b6 4.g3 Aa6 5.b3 Ab4+ 6.Ad2 Ae7 7.Cc3 0–0 8.Tc1 c6 9.e4 d5 10.e5 Ce4 11.Ad3 Cxc3 12.Txc3 c5 13.dxc5N bxc5 14.h4 h6 15.Ab1 f5 [15…d4 mantendría vivo al negro 16.Tc1 Cd7 17.Axh6 gxh6+-] 16.exf6!±

16

16…Axf6 [16…Axf6 17.Dc2; 16…Txf6 17.Dc2; 16…gxf6 17.Axh6] 17.Dc2 d4?? deteriora aún más la posición [17…Cc6 18.Te3 Te8±] 18.Cg5+- hxg5 [18…Te8 19.Dh7+ Rf8+-] 19.hxg5 dxc3 20.Af4 Rf7 [20…Axg5 no puede sostenerse por la siguiente combinación de mate 21.Th8+!! Rf7 22.Dg6+ Re7 23.Dxg7+ Tf7 24.Dxg5+ Tf6 25.Th7+ Rf8 26.Dg7+ Re8 27.Th8+ Tf8 28.Txf8#] 21.Dg6+ Re7 22.gxf6+ Txf6 23.Dxg7+ Tf7 24.Ag5+ Rd6 25.Dxf7

25

25.Axd8? parece atractivo pero conducirá a enormes problemas 25…Txg7 26.Af6 Tf7 27.Axc3 Ab7–+

25…Dxg5 26.Th7 De5+ [26…Dd8 rezando para pedir un milagro 27.Ae4 Cc6 28.Df4+ Ce5 29.Axa8 Dxa8+-] 27.Rf1 Rc6 28.De8+ Rb6 [28…Cd7 la última oportunidad de contrajuego 29.Dxd7+ Rb6+-] 29.Dd8+ Rc6 30.Ae4+!!

30

30.Ae4+ Dxe4 31.Dc7#  

1–0

LA FRASE: “Si ganas una buena partida, notas que tu mejor forma ha vuelto y luego te lanzas al ataque en la próxima partida para ganar. Pero la posición no siempre te permite hacerlo y esto conduce a dichos fallos”. V. Topalov.

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