Era todo un personaje. Un tipo que desafiaba –y batía- a los soviéticos cuando sus jugadores parecían invencibles, que venció a Karpov jugando 1…a6 en respuesta a 1.e4, y limitó su crítica de un libro de ajedrez a dos palabras: “Utter crap” (“Una completa mierda”).
En el año 2001, la diabetes terminó matando a uno de los mejores jugadores ingleses de la historia, Anthony John Miles, a la temprana edad de 46 años. Había sido el clásico ‘lobo solitario’ durante toda su existencia, un tipo habitualmente áspero y mordaz, pero al momento de morir no faltaron lamentos y lágrimas.
Como Ivanchuk, Miles necesitaba jugar a toda hora. Estaba armado de una autoconfianza ciega, y ese factor impresionó sobremanera al experto Gennadi Sosonko, que escribió: “Tenía una innata confianza en sí mismo, que es tan necesaria para ser exitoso a alto nivel, no una sensación superficial, desarrollada por auto entrenamiento o visitas al psicólogo, sino una innata, una infinita fe en uno mismo bajo toda circunstancia y a pesar de todo”.
En 1973, Miles fue subcampeón mundial juvenil en Teesside, Inglaterra, y al año siguiente se coronó en Manila, Filipinas. Ningún británico obtuvo el título de Gran Maestro antes que él, y entre 1976 y 1986 estuvo entre los 10 mejores jugadores del mundo, con triunfos consecutivos (1984 y 85) en el fortísimo torneo de Tilburgo.
Hubo dos escenarios donde también brilló tremendamente: el Abierto de Cappelle la Grande –allí ganó en 1994, 95 y 97-, y el Memorial Capablanca de La Habana, que lo vio imponerse en las ediciones de 1995, 96 y 99.
Haragán para el estudio de aperturas, estaba dotado de una fuerza brutal en el medio juego y una técnica exquisita para los finales. En la partida de hoy, jugada contra el ex campeón mundial Boris Spassky en 1978, entenderá lo que le digo a partir de sus propios comentarios.
Blancas:Anthony Miles. Negras: Boris Spassky.
1. d4 Cf6 2. Cf3 b6 3. c4 e6 4. Af4 [“Mi última variante Anti-Nimzoindia. Tiene el mérito de estar completamente inédita a nivel magistral (por lo tanto no analizada) y, tras haberla jugado tres veces, soy actualmente la mayor autoridad mundial sobre ellas. De hecho, tal vez tras una o dos veces más, ¡probablemente lleve mi nombre!”. Esta predicción hecha en broma se hizo realidad. 4.Af4 fue bautizada como Variante Miles] 4…Ab7 5. e3 Ae7 6. h3 [“6.Cc3 Ch5! da a las negras menos problemas”, esto lo vio el mismo Spassky ante Karpov en Montreal 1979] 6…0–0 7. Cc3 d5 8. cxd5 exd5 [Timman cree que es mejor cambiar un par de caballos con 8…Cxd5] 9. Ad3 c5 10. 0–0 Cc6 11. Ce5 c4 [11…a6 fue la elección de Spassky meses después en Buenos Aires, y también cayó derrotado por Miles] 12. Ac2 a6 13. g4!
“La señal del ataque” (Timman)
13…b5 14. g5 Ce8 15. Dg4 g6 16. Tad1 [“Las blancas preparan el ataque con jugadas naturales de desarrollo. La contraofensiva negra en el flanco dama importa poco” (Timman)] 16…Cg7 17. h4 Ab4? [“Un serio error. Tal vez lo mejor sea 17…b4 18. Ce2 f6, aunque las blancas retienen cierta ventaja”] 18. Cd7!
18…Ac8 [“Forzada. 18…Axc3 19. Cf6+ Rh8 20. bxc3 seguido de h5 es desesperanzador”] 19. Cxd5 Rh8 20. C5f6 Ta7 [“Lo mejor. Si 20…Ae7 21. Ae4, o 20…Ce8 21. Ae5. Ahora las blancas deben perder su Cd7, pero mientras tanto montan un ataque decisivo”] 21. d5! Ce7 [Tras 21…Ca5 22. h5! Txd7 23. Dh4 no hay defensa, por ejemplo: 23…gxh5 24. Ae5 Te7 (24…De7 recibe mate en tres luego de 25. De4) 25. Ad4!, etc.] 22. Ae5! [22. h5? ya no convence por 22…Axd7 23. Dh4 gxh5] 22…Txd7 [22…Axd7? pierde por 23. Dd4!] 23. h5!
No 23. Cxd7? Dxd7 y las damas se cambian. Peor es 23. Dd4? Cc6!
23…Txd5? [Rybka 4 sugiere 23…Ad6! 24. Ac3! Tc7 (o bien 24…b4 25. Ad4) 25. Df3 b4 26. Ad4 Cef5 27. h6 Cxd4 28. hxg7+ Rxg7 29. Txd4 con una mínima ventaja blanca] 24. Df4 Txd1 25. Txd1 Da5 [A 25…Db6 gana 26. h6] 26. Ce8! f6 [A 26…Txe8 sigue 27. Df6 Cef5 (o bien 27…Tg8 28. h6 Cef5 29. Axf5 Af8 30. Axc8, etc) 28. Axf5 Txe5 29. h6 Af8 30. hxg7+ etc] 27. gxf6 Rg8 [Contra 27…Txe8 Miles cita 28. f7! Tf8 29. h6 Cef5 30. Dxf5 Axf5 31. hxg7++] 28. Cxg7
1–0
LA FRASE: “Algunos sacrificios son sólidos; los demás son míos”. Mijaíl Tal.