Sí, la televisión cubana es cancerígena. Noticiarios que hacen la autopsia de la noticia. Miniseries que son cadáveres maquillados. Consejismo. Telenovelas vomitivas. Karaoke ideológico. Todo vale. Somos inhábilmente hipnotizados. Y es lamentable porque hoy día, los patrones narrativos a los que los cubanos estamos expuestos de forma más habitual son televisivos. Hoy la gente ve la televisión como antes se leía a Buesa. (Hasta 1976, José Ángel Buesa había vendido en Cuba más de dos millones de ejemplares de su poesía.) Lo que me lleva a Cubavisión —pero elijan otro canal, cualquier canal—, el peor narrador nacional. En serio. Nada más escalofriante que un país hecho a la medida de quien se lo inventa.
Hace poco menos de un año, yo escribía en alguna columna que “lo mejor de la literatura de comienzos de siglo ya cambió de formato: está en True Detective, en Fargo, en The Wire. La literatura contemporánea está ahí, en lo que pudiéramos denominar narrativa HBO, narrativa FX”. Por supuesto, no hay ninguna novedad en eso. Los chicos y las chicas de 1992 —la generación Twin Peaks— lo saben hace tiempo. Pero ¿podemos decir lo mismo en Cuba? ¿La literatura cubana del futuro o, mejor dicho, del presente, pasa por Cubavisión? Silencio. Un silencio profundo y espeso. El silencio de las vacas.
Incluso siendo muy caritativos, en la TVC desembocan pocos escritores. Imposible no pensar en una discapacidad. En un método anticonceptivo. Hay tantos detalles sórdidos como estúpidos de por medio. Se trata de una televisión que no se esfuerza en absoluto por cautivar —ni siquiera necesariamente por “entretener”—, sino única e invariablemente por moralizar. La televisión cubana es como una institutriz del siglo XIX. El hábitat de toda una casta que se pasa la vida trasmitiendo estática con el decoro de quien sostiene un gran arte. Una mirada somera a nuestros dramatizados basta para reconocer esos libros que leen, dando saltitos, nuestros guionistas televisivos: folletos, efemérides, cuadernillos de educación sexual, lineamientos y moralejas. Los textículos han invadido el ICRT. Sí, porque nuestra televisión no tiene comerciales, pero está llena de mensajes. Tamborileos ideológicos. Una sociedad que se deja bombardear de tan buen grado por mensajes que equiparan lo que uno consume a lo que uno es, como si copiar el “Paquete semanal” acabara siendo una sinécdoque de nuestra falta de identidad, de nuestro carácter. Una mirada de Gorgona. Se plantea el drama de la lealtad a nuestra pantalla, pero no se ofrece nada a cambio.
Hipótesis a verificar: en la literatura cubana no hay ninguna referencia a los tics de la TVC. Nuestros narradores son autoinmunes. No hay ficción catódica en la Isla.
Vicente Luis Mora podría explicar todo esto mejor que yo; pero, a la hora de entender qué pasó en Cuba, por ejemplo, con la narrativa de los años noventa, la televisión nacional resulta más explícita que cualquier clave forense. Los novísimos son el Mr. Hyde de Cubavisión. Todo lo que no salía en pantalla. Todo lo que no entraba en la ultracorrección televisiva tenía cabida en la literatura cubana de esos años. Y nada más potente e insano que la ficción haciéndose cargo de esos espacios vacíos como revancha. Porque la televisión cubana era, es, sigue siendo, como un mago —¿el mago Lázaro?— cuyo mejor truco es haber desaparecido la realidad.
Ya sabemos el por qué, se ha repetido hasta el cansancio: el país tenía un semblante comatoso, una política espartana, una tendencia mitómana y egocéntrica que en ocasiones lo hacía bordear el ridículo; la gente se arrojaba al mar en cualquier cosa: balsas de poliestireno, cámaras inflables (un amigo cruzó el Estrecho de la Florida en una estrambótica bicicleta acuática). Vivíamos en una pesadilla de Fernando Pérez, pero en la TVC retrasmitían Xanadú. Solo falta indagar en el cómo: contábamos con un considerable rebaño de periodistas deshuesados. Cubavisión repetía para sí el monólogo de Segismundo: ¿Qué es Cuba? Un frenesí. / ¿Qué es Cuba? Una ilusión, / una sombra, una ficción, / y el mayor bien es pequeño; / que toda Cuba es un sueño, / y los sueños, sueños son.
Los cubanos necesitábamos anticuerpos contra esa irrealidad. Tal vez por eso, la literatura cubana del noventa se volvió —salvo contadas excepciones— reflejista (variante cubana del realismo), antropológica; los narradores cubanos cambiaron el erotismo por el jineterismo, la anécdota por el cronismo, la ambición formal por la comercial. Se entiende. Si la televisión era un speculum sine macula. Y esa narrativa casi secreta de los años noventa fue el mejor remedio o vacuna contra los monstruos de peluche de nuestra TVC.
Hay algo épico ahí. Un combate extrañísimo por la realidad: literatura vs. televisión. Una batalla donde los narradores vencen y se convierten en dueños del lugar para luego —15 años después— regresar a casa y darse cuenta de que nada ha cambiado, que Cuba quedó en la esquina exacta del tiempo en que la dejaron. Camelot está en la piedra. La televisión cubana sigue siendo tan irreal y antinarrativa como siempre. Solo que ahora se invierte el presupuesto del ICRT en porquerías desdramatizadas como Tras la huella.
Pienso en un canal como HBO, pienso en la forma en que articula su programación en torno a escritores y guionistas notables: David Chase (alias Los Sopranos), David Simon (alias The Wire), Alan Ball (alias Six Feet Under), David Benioff & D. B. Weiss (alias Game of Thrones), David Milch (alias Deadwood), Matthew Weiner (alias Mad men), Aaron Sorkin (alias The Newsroom), los hermanos Slavich (alias Epitafios), y un largo y generoso etcétera. Uno puede aprender, incluso, los rituales de algunos de ellos. Tomemos por caso Game of Thrones: después de cinco temporadas siguiendo los orgasmos de George R. R. Martin, sabes que el penúltimo capítulo es el más importante, sabes que siempre van a matar al héroe, sabes que la trama va a terminar cuando todos los puntos desconectados se encuentren y los dragones vayan al norte y quemen a todos esos zombis de hielo que raptan bebés.
Pero tenemos otros ejemplos. Pienso en la narrativa Showtime y la forma en que James Manos Jr. convirtió las novelas de Jeff Lindsay en Dexter, un serial-thriller miamense lleno de referencias deliciosas a lo cubano. Leyendo El pasajero oscuro —la novela que inspira la primera temporada de Dexter— uno encuentra cosas como esta: “Yo hablo español. Incluso entiendo el cubano. […] El dialecto cubano es la cruz de todos los hispanohablantes. El único propósito del español cubano parece ser correr contra un invisible cronómetro y emitir todo cuanto sea posible en ráfagas de tres segundos sin usar consonantes. El truco para entenderlo es saber de antemano lo que la persona va a decir, lo cual tiende a contribuir a ese mundo cerrado del que se quejan todos los no cubanos”. Otra: “Hace años corrió el rumor de que la inspectora Migdia LaGuerta había conseguido entrar en Homicidios acostándose con alguien. Con solo verla una vez te creías la historia. Tiene la cantidad necesaria de todo y en las partes necesarias […] Pero […] no entró en Homicidios utilizando el sexo. Entró en Homicidios porque es cubana, juega a la diplomacia y sabe cómo besar un culo. En Miami, esa combinación te lleva mucho más lejos que el sexo”.
Pero olvidémonos por un momento de los recursos; olvidemos el drama de la producción. Pongamos la mirada en las adaptaciones made in Cuba, en las historias, esto es, en el guion. ¿Cuántos escritores cubanos tienen espacio en el ICRT? Están tan ocupados nuestros narradores que el ICRT no ha tenido más remedio que recurrir a conductores, humoristas (los humoristas —solo ellos— han adquirido una licencia televisiva para parodiar a este país, para burlarse de sus modales de macho cabrío, para poner en duda sus supuestos saberes), actrices o trovadores para escribir programas dramatizados. Lo cierto es que todo el mundo se ha puesto a escribir guiones para el ICRT. Sonetos, por ejemplo, no. Supongo que porque les parece más difícil, hay que aprender a rimar y luego está todo el tema de la métrica. Con los guiones, en cambio, parece que basta con sentarse. Listo. Cuarenta capítulos. Quizá por eso siempre hay algo ligeramente raro en las teleseries cubanas. Como si los personajes hubieran aprendido a hablar gracias a un libro de refranes.
Recuerdo que Julio García Espinosa solía repetir todo el tiempo en la EICTV: “un país sin imagen es un país que no existe”. Pero ¿qué se hace cuando las imágenes de nosotros mismos no nos pertenecen? ¿Qué hacer si no somos nosotros al otro lado del espejo de la televisión cubana —ese patético espejo nacional donde los diestros siempre son siniestros, o viceversa?
Excelente articulo, debería ser publicado totalmente en el periódico Granma
Es verdad que la television cubana esta llena de problemas y no cubre las expectativas del cubano medio, pero me pregunto, Cual sirve? la de Republica Dominicna es una basura, la de Puerto Rico tampoco sirve, la de Miami se ocupa mas de criticar y desprestigiar a Cuba que de trasmitir un mensaje positivo a la sociedad, la Mexicana ni se diga, entonces, cual sirve?
Pero qué te pasa…estas preguntas que haces donde encajan perfectamente bien es en la supuestamente libre y democrática televisión hecha por hispanos en los Estados Unidos…Vea esos bodrios a los que llaman programas y respóndase eso mismo que usted pregunta: Pero ¿qué se hace cuando las imágenes de nosotros mismos no nos pertenecen? ¿Qué hacer si no somos nosotros al otro lado del espejo de la televisión?
Por favor….
Huron Azúl…Escriba y Lea..Nuestros Hijos….Vale la pena….Programas para la promoción de libros y literatura….Novelas que hablan de corrupción, jineterismo y pobreza..
¿Dónde te encuentras algo- alguito digamos- en las televisiones fuera de Cuba (sin tocar el tema Miami)? ¿Que novela mexicana habla del día a día, de la realidad? ¿Qué otra cosa informan los informativos que no sea accidentes de tránsito, robos y asesinatos? ¿Dónde está el espejo para mirarnos en otras televisoras fuera de Cuba? Como dijo el gran Sabina “el diario no hablaba de ti…ni de mí”
¿Podria usar la imagen del artículo ? me parece genial el diseño
yo quiero ser a la zurda mas que diestro, driría Silvio
QUE DIOS ME LIBRE DE ANDAR A LA DERECHA,diría Buena Fe
Excelente Gilbert, tú como siempre no dejas de impresionarnos, coincido que deberían publicar tu escrito en los periódicos de Cuba, un fuerte abrazo. ….
Me gustó, lo comparto. Sólo me hubiera gustado una referencia al profesor Vicente González Castro. No obstante, lo comparto. Gracias
Excelente artículo Gilberto, aunque te confieso que a veces en las comparaciones poéticas y en las referencias me perdí un poco, el artículo está un tilín por encima de la media a la hora de leerlo, pero se comprende perfectamente lo que quieres decir.
He de decirte que la TV cubana está en crisis, en “coma” diría yo, lo más parecido a un paciente vegentando. No tocaste el tema de escenografía y efectos visuales pues eso da para otros artículos, en ocasiones en mal guión puede ser salvado por una imagen rica, interesante y que llame la atención, pero sin hacer abuso de este recurso, lo principal es un buen guión y un buen presentador…
En el caso de Joel(ver comentarios), cae en lo mismo que caen todos, la comparación entre que si la televisión cubana es mala, la del resto de los países también. Y no entiendo, porque como cubano que soy, tal vez diferente de muchos, eso de imitar no se me da muy bien y me consta que tenemos potencial suficiente para mejorar nuestra televisión sin tener que imitar modos de hacer, aunque si hay patrones muy probados que no se deben pasar por alto, sin dejar que sea nuesrtya
Tenemos personal graduado de cuanta especialidad se necesite para hacer una TV decente, atractiva, entretenida, instructiva. Pero llegamos a la “Piña”, la fruta que tiene este país súper jodido, en este caso particular, la «piña del ICRT», donde nadie quiere soltar lo que tiene y están mamando de la vaca flaca y desnutrida que es la TV Cubana y no dan oportunidades a los jóvenes, que como todos sabemos ya que no le dan paso buscan opciones alternativas(negocios privados, etc. ) o se van, para donde primero se puedan ir. Entonces que nos queda? programas como los que mencionas hasta el punto de tener que ver (yo no, pero mi familia si) un producto tan, pero tan mal como lo es «Cuando el amor no alcanza».
Saludos.
¡Tan, tan taraaaan!!! Y he aquí el aspirante a sustituto de Carlos Manuel Alvares. ¡Si es que son de la misma escuela! Mucho HBO, mucho FOX, mucho ShowTimes…Otro más que echa a pelear nuestras precarias infraestructuras de heroica supervivencia contra la maquinaria engrasada y sin enemigos que son las infraestructuras norteamericanas. Ellos dos son justo lo que pretendían los asesores de Kennedy cuando impusieron el bloqueo a Cuba: “… La mayoría de los cubanos apoya a Castro(… ) el único modo previsible de restarle apoyo interno es a través del desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales”…y 50 años después aparecen Padilla y Carlos Manuel enfermitos de ese virus de blasfemar de los suyos y bendecir lo foráneo -léase gringo, porque estos jamás hablan de otro referente que no sea USA. Bue…menos mal que estos tipos a los que Buesa les resulta vomitivo, Padura un mediocre y Pablo Milanes un valiente & Silvio el oficialista, no son más que una casta de verbo bonito pero ideas de plastilina. Encerrados en su circuito cerrado donde ellos mismos se cantan y se bailan…los que el equipo de pelota pierda para hablar mal del Poder Popular.
Muy lúcido y profundo artículo. Hasta ahora la mejor radiografía que se le ha practicado a nuestra agonizante tv nacional. Asusta que este cáncer audiovisual pasa desapercibido como tantos otros, asusta que su fiebre siga muy alta y se burle del tiempo. Es aterrador que ya su ramificación y arraigo, su anatomía vetusta logró una especie de anestesia y ceguera intelectual en una considerable parte del público. Es político el problema, en su gran parte. Y tan extremadamente difícil será curarla, sobre todo a la hora de componer un antídoto lo suficientemente separado de Telemundo, televisa, CNN, E, Mtv, otros cánceres sofisticados con sabor top model life, millionaire life, Disney life. Le temo al desenfreno, el desespero por el consumo de lo nuevo y equivocadamente pretendido bueno. Al “cualquier cosa menos esto”. Quisiera invocar a un Jotavich lúcido que con un pelo de su barba construya la formula perfecta. Vivo en una tierra que no es mi tierra y ya he conocido la otra tv, otra que también tiene dueños y teje otra realidad para su interés. Felicitaciones.
De acuerdo 100 % con Aramis!
Que TV es buena la del chisme el brete que si fulanito se caso con pedro y este mira a mengana que si juan gana no se cuantos millones y tiene 3 mansiones un avion bla bla bla ademas chico como vas a comparar transnacionales de TV con una TV publica eso es una pelea de leon para mono y el mono esta amarrado es meter la habana en guanabacoa no Cuba en guanabacoa para que repetir lo que Aramis puso ya
Buscate una TV tan educativa e instructiva como la de Cuba weon
HOY X HOY NUESTRA T.V ES MEJOR QUE LO QUE SE VE EN MIAMI, SOLO QUE ALLI LAS OPCIONES CON LOS CANALES EN INGLES LA HACEN ATRACTIVA. YA MEJORAREMOS !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Amigo respondiendo a la pregunta con que terminas tu articulo te digo lo siguiente:
1- Muy buen escrito sobre nuestra TV. Excelente.
2- a la pregunta que hacer, pues nada buscar el paquete y coger lo que te guste y ya.
No creo haya solución mientras los que dirigien el organismo no se operen la catarata que poseen desde hace años.
Buen articulo…
“porquerías desdramatizadas como Tras la huella.” muuuuuuy real, hace mucho que la policia no investiga un asesinato… todo se ha quedad en la matanza de reses o la droga o alguna estafa al estado…. por dios que ya CSI lleva mas de 10 temporadas….. un policiaco no es coger a quien entra droga al pais solamente
Gilberto, comparto y discreto con algunos de tus criterios. En la televisión cubana existen esos escritores, pero están desmotivados y son víctimas de las presiones de una jerarquía establecida por intereses no artísticos.
Un oportunista con paciencia tiene más oportunidades que un potencial empleado de la HBO.
Guemenchu, cualquier referencia al profesor Vicente González Castro habría sido negativa. Ese hombrecito solo servía para rendirle pleitesía a los mayimbes del ICRT, y de TV no sabía nada.
El problema de la TV es el matriarcado y patriarcado de lo que se llama “personalidad”. La amiga Maité Vera y sus novelas de espantyo, por ejemplo; pero como es Maité Vera y es una personalidad de la cultura se lo dejan pasar. El team de guionistas en el ICRT es un círculo cerrado, un cargo vitalicio como los de la RAE. Hasta que no se vacía una silla, no puedes aspirar a estar dentro.
BUENO…la tapa del pomo es la sigueinte…mala calidad….escriben los mismos trabajadores y cortan y pegan lo viejo…pero para colmo son los profesionales que mejor ganan en el pais…..un chofer 1500.00 o más un escenógrafo 1000.00, un director por cada programita hasta 200.00 si hace ganan 4000.00 y pico un cámara igual, los productores por el estilo…….los que escriben guiones son los mismos locutores, conductores, los que trabajan e la programación para ganarmás dinero aparte de su salario escala incrementado con coeficientes irraciuonales, moraleja el pais invierte millones de pesos solamente en salarios de esta elite cubana que gana más que un médico, un abogado, un maestro, un arquitecto, un científico, un trabajador vinculado a la producciíon de bienes y servicios, la televisión es un gasto de dinero tirado a la basura, no se vislumbran mejorías al respecto todo lo contrario, está empeorando
Mucha retórica, algunos buenos argumentos cargados de guiños culturales y postmodernos . Cierto que le falta a la televisión cubana apropiarse de algunos códigos que la hagan más atractiva, más competitiva, incluso. Pero me parece excesivo el desprecio que le dedicas. Enalteces a la televisión fuera de Cuba, cargada de publicidades, de vender modelos de éxito basados en las apariencias y no las esencias, de chismes y frivolidades, de enajenación, de locutores que se desgañitan pensando que así son dinámicos. Está bien que tomemos lo positivo acorde con los nuevos tiempos, pero no llenarnos de falsos paradigmas.
Si Ud piensa realmente que ” “lo mejor de la literatura de comienzos de siglo ya cambió de formato: está en True Detective, en Fargo, en The Wire.”, me esta demostrando una de estas dos cosas, o ambas:
1-Que ve demasiada televisión y lee muy poco
2- Que las condiciones en las cuales vive le permiten más fácil acceso a los programas y las series de televisión, que a la buena literatura contemporánea.
No obstante, sería faltar a la verdad el negar que la tv cubana es detestable, y que el surtido de las librerías en Cuba da verguenza, lo cual tampoco quiere decir que tanto en la tv como en las librerías de otros países no haya mucha basura también; pero junto a esta basura hay oro molido. Esa es la diferencia, la variedad y la oportunidad de escoger qué es lo que se quiere ver o leer entre un sinfín de opciones posible. En el mundo normal hay, literalmente, de todo. En Cuba , no.
Hay razón en la escencia de tu artículo de opinión (no tiene que estar arraigada absolutamente a la realidad) pero da la impresión de que escribes para leerte, de que has querido poner en el COMENTARIO todas las palabras rebuscadas que conoces. Exactamente qué quieres lograr con tu artículo?: Exponer el problema o dar a entender que eres graduado en letras? Definitivamente periodista no creo que seas. Podrías, en la próxima columna, ser menos agresivo y retórico, y más objetivo.
Creo que no estoy muy lejos de la realidad… un articulo que se pierde en el palabreo…. Es cierto que nuestra TV esta en candela.. pero hay que hacerla para darse cuenta de los miles de trabajaos que se pasan para hacerla… hablamos de una tv analoica, con la tecnologia de hace casi 30 años y con muy pocos recursos a disposicion de directores y productores…. Es cierto que hay descontrol con esos recursos y se los ponen a cuanto libretico barato aparece y resulta ser un fiasco, pero hay que reconocer que en el ICRT en pleno, en toda cuba hay gente digna que trata de hacer la mejor Tv que puede, pero sin poder hacer otra cosa que repetir los codigos de siempre porque no hay, no se puede, hay que ahrrar… pues se hace imposible hacer mas.. Sr. Autor del Texto Aqui Publicado… espero que algun dia usted haya caminado por los pasillos de un canal de TV que no sea el edificio del ICRT… si asi lo ha hecho podra darse cuenta de los mles de problemas objetivos y subjetivos a los que nos enfrentamos los realizadores de TV.. desde un jefe cuidador de puesto hasta un carro sin gasolina o que tienes que compartir con otros tres coelctivos de trabajo… Se que se pueden buscar alternativas y otros modos de hacer TV pero ser tan radical es malo, porque hablamos de hombres y mujeres que muchas veces ponen lo mejor de si frente a una camara.. de conductoras/es que tienen que comprar ropa reciclada para vestirse o pedirla prestada… de diseñadores de luces que tienen que ser magos para usar tres lamparas en una escenopgrafia de 10 lamparas, de directores que tienen un switcher de palo, de guionistas con ideas grandilocuentes que son cercenadas por asesores que cumplen lo que les indica un jefe inepto… hablamos de hombres y mujeres que muchas veces dignamente tienen que parasre frente a un backing vacio a decir un texto de memoria porque no hay telepronmter o de un periodista que tiene que hacer maravillas ara sacar una informacion diaria en un pais donde no ocurren noticias…. sino reuniones y actos de abanderamiento…. y cuando pasa algo nteresate tiene que aprovarlo Un No Se Quien en Un No Se Donde…. por favor.. decir es muy facil… hacer es lo dificil… le invito a hacer…..
Aunque coincido con muchos puntos del autor, me gustó mucho el comentario realizado por “delaisla89”, definitivamente la posición de francotirador es extremadamente oportunista y fácil, hacer siempre es más dificil
Gracas Daniel por leer y entender lo que quise decir en mi comentario… no quiero atacar al autor, que a fin de cuentas tiene eld erecho de escribir como desee… pero atacar , como dices, es mas facil.. pero hay que ponerse de este lado del flanco para saber como se pelea en el ICRT, pero no en la sede de 3 entre L y M sino en cada telecentro o emisora del pais…. donde muchas veces somos la ultim,a carta de la baraja…… y por cierto lei un comentario por alla abajo que habla de lo que cobramos.. si, es cierto que tenemos un buen salario…. pero una basura de salario si tienen en cuenta que no alcanza para nada cuando sales a la calle.. que las mujeres tienen que correr por su cuenta con el arreglo de pelo y todo loq ue ello implica y que muchas veces no encuentras lo que quieres a buen precio… pero lo que si no puede suceder es NO salir en pantalla.. el televidente noe ntiende de que no habia keratina o que la chuchilla de afietra se perdio de la tienda… el quiere verte en pantalla y verte bien….
lo más triste de todo esto, es que se tengan que estar discutiendo este tema en el país literalmente pionero en el uso de la televisión (1953) y de la televisión a color (1958). Fue el segundo en tener ambas cosas. digo más: el país que llegó a tener en 1953 los estudios de televisión más modernos de su epoca( CMQ, en los bajos del Focsa): el país donde nació el hombre que introdujo el uso de una tercera cámara en un set de tv (Desi Arnaz), y que llegó a ser el productor de tv más importante de la tv norteamericana.
¡Qué fue lo que pasó?
Que llegó el comején.
Nuestra televisión es mala. ¿Podría ser mejor? Sí, como que también podría ser mucho peor. El dinero, delaisla89, es importante, pero en este caso es lo de menos. La creatividad es una liebre. Nuestros dirigentes del control ideológico se han encargado de encerrar a la liebre tras quebrarle todos los huesos. Ellos sabes que la televisión es el medio más popular en la isla. Nos dejan mirar por la ventana, pero lo que vemos no es la realidad —ni siquiera la realidad de la creatividad—, sino una reproducción pintada con brocha gorda y solo dos tinturas: cal y chapapote.
Estimadx Kyn… Nunca le he dado al dinero el papel del guion que no le toca… solo respondia cierto comentario de un lector mas abajo…. tienes razon cuando hablas de quienes tienen encerrada a las creatividad y no lo niego en mi comentario…. porque a veces se le tiene miedo al que decir o al como decir….
La televion cubana no es buena ni es mala, ni es pesima ni es excelente. Recuerden que esta sujeta a la directrices del Dpto. Ideologico del CC del PCC. Semanalmente hay una reuion con los directivos de los medios y ahi trazan las directivas informativo ideologicas. Hablar de creacion se, de cambios, de nuevas lineas del pensamiento se puede pero no se hacen y si te sales de las directivas alla va tu conteo de proteccion. Todos quieren cuidar del empleo asi que no gasten mas cuartillas ni divagen mas que la TVC seguira asi por un buen tiempo.