La normalización entre los dos países vecinos se apresta a entrar a uno de los terrenos más sensibles y provechosos de una relación bilaterial: los servicios médicos y la prevención de enfermedades.
El ministro cubano de Salud Pública, Roberto Morales Ojeda, firmó este lunes en Washington un memorando de entendimiento entre su oficina y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS), representado por su secretaria, Sylvia M. Burwell.
La agencia federal calificó el documento como “un importante hito entre los dos países desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en 2015”.
Los firmantes comparten el interés por detectar y responder a nuevas enfermedades infecciosas como el Dengue, el Chikungunya y el Zika, indica el comunicado emitido por la HHS.
Además, los gobiernos reconocen que el envejecimiento poblacional en ambos lados del Estrecho de la Florida requiere “un mayor enfoque en respuesta a la creciente carga de enfermedades neurodegenerativas y otras no transmisibles, incluyendo el cáncer”, y se disponen a intercambiar también en esta materia.
El memorando establece coordinación en un amplio espectro de asuntos como seguridad médica global, búsqueda e investigación, así como en tecnología de la información. “Esta nueva colaboración es una oportunidad histórica par que las dos naciones construyan a partir del conocimiento y experiencia de cada una, y beneficien la investigación biomédica y la salud pública en general”, dijo la secretaria Burwell.
La funcionaria de la Administración Obama comentó además que “Cuba ha hecho contribuciones a la salud y la ciencia, como evidencia su contribución a la respuesta al Ébola en África Occidental y al convertirse en el primer país en eliminar la transmisión de VIH de madre a hijo.”
En Cuba han estudiado (o estudian) medicina cerca de 200 jóvenes norteamericanos de bajos recursos. La calidad de su formación ha permitido a 64 de ellos, graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) obtener becas por oposición en programas de residencia de hospitales de Estados Unidos, para especializarse en Medicina Familiar, Medicina Interna, Pediatría, Medicina de Urgencias, Neurología, y Cirugía, entre otros.
“No es que sea una buena idea la colaboración entre los dos países, ¡es imprescindible!”, ha enfatizado por años la periodista norteamericana Gail Reed, recién nombrada como Directora Ejecutiva interina de la organización estadounidense Medical Education Cooperation with Cuba (MEDICC).
“Los avances de la biotecnología cubana deben ser sujetos a las mismas pruebas de la Agencia Federal de Medicamentos que el resto de los productos del mundo (…) Los pacientes y médicos norteamericanos tienen derecho, por ejemplo, al Heberprot P, un producto que podría evitar muchas de las 70 a 80 mil amputaciones por pie diabético que se reportan cada año en Estados Unidos”; defiende la especialista, desde 2013 también directora de la única revista que ofrece al mundo científico angloparlante los resultados de las investigaciones de médicos y científicos cubanos junto a otros graduados de la ELAM.
“Numerosas innovaciones cubanas, como la prometedora vacuna contra el cáncer de pulmón que podría prolonga la vida útil y la calidad de vida, están ayudando a pacientes de todo el mundo, pero no a los de Estados Unidos”, ha señalado MEDICC en otros recientes comunicados.
Un inicial entendimiento en estas áreas podría impulsar también que en el futuro desaparezcan por completo las restricciones políticas que dificultan a Cuba importar directamente medicamentos y equipos médicos desde Estados Unidos.
Como resultado del Bloqueo, desde 1992, Cuba debe dar cuenta sobre el destinatario final de las medicinas adquiridas y no puede hacer los pagos directamente, sino a través de terceros y en una moneda distinta al dólar, lo cual implica dificultades, demoras y costos adicionales.
Con el histórico memorándum de hoy fraguan los esfuerzos después de varios meses de intercambios, en los que varias delegaciones de las agencias relacionadas con la salud en los Estados Unidos ya han viajado a La Habana y unos de los viceministros de Salud cubanos estuvo una semana en el HSS en abril pasado.
Roberto Morales Ojeda es el tercer miembro del Consejo de Ministros de Cuba que visita Estados Unidos recientemente. Le antecedió el titular de Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, y el presidente del Instituto Nacional de Deporte y Recreación, Antonio Becali Garrido.
Y por que no esta la bandera cubana detras??
La bandera cubana esta sobre la mesa y en el lugar que le corresponde al funcionario cubano.