Gobernador de Virginia pedirá fin del bloqueo a líderes del Congreso

El gobernador McAuliffe conduce un Chevy Bel Air NostalgiCar , bautizado como "Lola" Foto: Twitter del gobernador.

El gobernador McAuliffe conduce un Chevy Bel Air NostalgiCar , bautizado como "Lola" Foto: Twitter del gobernador.

 

Una vez más, el gobernador de Virginia, el demócrata Terry McAuliffe, le pedirá este jueves al líder de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, la terminación del conjunto de restricciones y sanciones económicas contra Cuba, conocidos en la isla como el bloqueo. La primera solicitud le llegó en la forma de una carta en octubre de 2015, con la firma de otros ocho gobernadores. Ni el republicano Asa Hutchinson, de Arkansas, o su copartidario Gregg Abbott de Texas, incluyeron sus nombres en ese mensaje, a pesar de haber cruzado la cortina de hierro tendida durante la Guerra Fría, trayendo ideas sui generis acerca de cómo resolver el problema de la falta de crédito en las exportaciones agrícolas.

“En mi rol de vicepresidente de la Asociación Nacional de Gobernadores, usaré esa oportunidad para decir que 2016 debe ser el año en que llevemos las relaciones hacia adelante, terminemos el embargo y hagamos lo correcto para los ciudadanos de Cuba y Estados Unidos” anunció McAuliffe acerca de sus planes para su encuentro con los líderes del Congreso, que incluiría al líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell. La noticia la dio en conferencia de prensa desde la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, vitrina para la inversión extranjera de la nueva economía en la nación insular.

El hombre al frente del gobierno estadual de Virginia se verá cara a cara con los líderes del Capitolio de Washington con esta demanda en particular, cuando ya la Cámara de Representantes votó en contra algunos puntos de la normalización. Su propio jefe, Paul Ryan, fue en su momento, como McAuliffe, un convencido defensor de la apertura comercial con el viejo enemigo caribeño desde los tiempos de Kennedy  (lo era incluso cuando no era un tema de moda, como ocurrió después de diciembre de 2014).

Amigos con elogios

McAuliffe asume la reconciliación sin peros y con toda naturalidad: The Washington Post ya publicó una foto de este político al timón de un Chevrolet Air Bel de 1956 por las calles de La Habana, una distracción que cuenta como parte de la crónica de los resultados de su visita oficial.

A diferencia de otros políticos que viene a la capital cubana y se fascinan con sus reliquias, el gobernador de Virginia tiene claro los números, los propósitos y el futuro, una impresión secundada por su descripción de cómo funcionaría una conexión portuaria entre Panamá, su estado y Cuba, o de ver en directo como otros tantos países, digamos Canadá, toman ya las oportunidades surgidas por el propio acercamiento con Estados Unidos.

Como se trata de su segundo viaje a la isla, McAuliffe pudo comparar el antes y después de la actualización del socialismo en la isla, haciendo especial énfasis en la apertura a la disposición de hacer negocios, con elogios reiterados a la Ley para la Inversión Extranjera de 2014 y al puerto del Mariel.

“Conforme sea conveniente, las partes podrán decidir realizar esfuerzos conjuntos de mercadeo para incrementar su negocio marítimo” explica el texto del documento, donde se mencionan otras iniciativas que tendrán que esperar un desbloqueo a golpe de decretos del puño de Obama o una improbable derogación del marco legal que hace imposible un comercio normal entre las orillas separadas por el Estrecho de La Florida. “He sido durante un largo tiempo un defensor de que el embargo debe terminar. Siempre pensé que era una política tonta” dijo el gobernador a la prensa al rendir cuentas sobre su viaje.

“Tenemos más de veinte líderes empresariales aquí con nosotros, que tuvieron reuniones muy productivas. Los funcionarios cubanos quieren que vengamos y hagamos negocios. Ahora nos corresponde hacer nuestro trabajo en Washington para asegurarnos que las compañías de Virginia pueden hacer inversiones en Cuba”. A diferencia de otras delegaciones de carácter más exploratorio, al menos uno de los acompañantes de McAuliffe ya tienen el deseo de “abrir una instalación de manufactura” o  “iniciar una granja agrícola”.

El gobernador de Virginia escogió un momento curioso para su tan demorado viaje a Cuba. En cuanto termine su estancia en Washington, no irá de vuelta a casa, sino al estado de Iowa, entrando en campaña en favor de su vieja amiga Hillary Clinton, precandidata favorita para la nominación presidencial del Partido Demócrata. En los cálculos de este político es un hecho una próxima visita del presidente Barack Obama a La Habana, explicando que la normalización de las relaciones es un legado demasiado importante.

Salir de la versión móvil