El humor es un recurso valioso para ejercer la crítica y poner en tela de juicio todo lo que anda mal en una sociedad. El escritor marroquí Tahar Ben Jelloun afirmó que “reír es dudar, es admitir que existen otras maneras de pensar y de vivir. El humor, que supone una autocrítica, es el rostro menos crispado de la desesperación” y agrega este mismo autor más adelante, que también “ayuda a los prisioneros del sistema autoritario a cobrar conciencia de su condición”.
En Cuba pervive una larga tradición que se remonta a la época colonial y que alcanza nuestros días, piense no más el lector en el programa televisivo Vivir del cuento y su personaje protagónico Pánfilo. Se recuerda, no obstante, con verdadero placer un personaje humorístico de verbo afilado que hacía las delicias de los radioyentes por los años 40 del siglo pasado: Lengualisa.
Lo interpretaba la egregia Rita Montaner (1900-1958), una de las más grandes artistas que ha dado este país, quien estrenó la copla La chismosa, mejor conocida popularmente como Mejor que me calle, en la película Romance musical de 1941. Después el personaje fue llevado a la radio donde consiguió pronto altas audiencias; la sátira a la que sometía a los políticos y funcionarios públicos era tan descarnada que en marzo de 1942 fue suspendido el programa de la RHC Cadena Azul, por disposición oficial, y Rita recibió amenazas de muerte y hasta se comentó de un intento de atentado a su persona.
No se arredró la diva y el 27 de abril siguiente desempeñó el papel de La chismosa en el habanero Teatro Campoamor. Unos años más tarde, en febrero de 1946, se comienza a transmitir por la CMQ el programa Mejor que me calle, escrito por Francisco Vergara y donde ella asume nuevamente el personaje de Lengualisa. Tuvo de contraparte, en el personaje de Mojito, al actor Alejandro Lugo.
Se dice que toda Cuba vivía pendiente de la copla de Lengualisa, la cual se iniciaba así: “Mejor que me calle, que no diga nada, de lo que tú sabes, de lo que yo sé, eh, eh, mejor que me calle, que no diga nada…”. Y luego el diálogo entre Lengualisa y Mojito abordaba cualquier asunto de la actualidad por muy escabroso o explosivo que fuera, dejando al desnudo la corrupción e hipocresía de aquellos desgobiernos.
Rita Montaner, que brilló en la zarzuela, el cine, la canción y el teatro, interpretó con su exclusivo y extraordinario talento este singular personaje humorístico de la radio para convertirse en portavoz del pueblo cubano, o lo que es lo mismo, en la voz de los sin voz.