Tras la huella no me gusta. Cuando sale los domingos en horario nocturno me da por cambiar de canal, pero entonces aparece Telesur, que tampoco, y así retorno a consumir el dramatizado que narra las proezas contemporáneas de la autoridad, como descubrir una “red clandestina” de jóvenes que programan software para un cliente extranjero. Tan clandestina son esas redes que hasta algunos medios de prensa han hecho reportajes sobre la actividad.
La diferencia es que las segundas tienen papeles. Normal: un tipo con licencia de Programador de Equipos de Cómputo y un grupito de trabajadores contratados con sueños de cooperativistas… todo legal. Sin embargo en Tras la huella sale el caso de lo que es un simple negocio sin patente como un terrible peligro para nuestra economía, sospechoso además de subversión (porque “¿qué estarán subiendo estos muchachos a Internet…?”) y hasta de pornografía, pues involucra a jóvenes y computadoras.
Es curioso que la pornografía en Cuba —según papelito aduanero que te entregan al llegar al país— venga escaqueada junto a los explosivos y las armas de fuego, como si fuese un terrible peligro para nuestra moralidad: una especie de arma de masturbación masiva…
Cuando Tras la huella se llamaba Día y Noche era más entretenido y tenía mejor factura. Ahora los actores, que son buenos actores, más parece que estuvieran en el teatro de títeres que frente a una cámara actuando para adultos con cerebros, que ven también CSI, Criminal Minds, etc.
El último Tras la huella fue sobre la corrupción. Un grupo de trabajadoras de una dependencia municipal del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) se dedicaban a cobrar chequeras de pensionados muertos, o de falsas identidades. ¡Hasta la trabajadora que no robaba, pero sabía del trueque de las demás, recibió castigo: cinco años de prisión! Y digo yo que si esto es así con el robo de unas cuantas pensiones de jubilados —que servirán acaso para comprar un buen paquete de café de la “Shopping”— entonces al funcionario que se agencie indebidamente una cantidad notable de dinero le caerán al menos dos o tres reencarnaciones de cárcel.
Dice un socio que en la concreta eso no debe ser tan así; que lo ponen solo para “educar a la población” (él usó otra frase) en el “arte ciudadano de denunciar corrupciones” (igual utilizó otra frase). Dice también que “uno llega a simpatizar más con el delincuente que con la policía”. Y razón no le falta: el personaje que sabía pero no denunció era una perfecta infeliz, que incluso aconsejaba a sus compañeras para que abandonaran el mal camino.
“Ahora dime tú, compadre, ¿pasa eso con CSI?”, me pregunta. No pasa; ni siquiera cuando el delincuente es un perfecto infeliz que mata en defensa propia. Los guionistas siempre moldean el argumento para que el espectador sienta aversión por el crimen y simpatía con la ley, o sea, que educa de verdad. Las historias de CSI contienen una humanidad hasta ahora ausente en Tras la huella.
En el policíaco cubano las personas parecen cosas programadas, máquinas del sentido del deber. Y cualquier intento de condimentar los libretos se nota pujado, como las fallidas subtramas de enamoramiento entre oficiales, o el cañonero y perpetuo cansancio de los mismos. El cansancio, de hecho, es lo más humano que he logrado encontrar en la serie. Que me perdonen los responsables, a quienes, asumo, guía la buena fe, pero el resultado de su trabajo viene quedando fofo.
Los argumentos en cuestión igual podrían dejar de ser negocitos sin patente y corrupción de municipio. Pienso en el balazo que le dieron al boxeador Julio César la Cruz, por solo citar un ejemplo de los pocos que aparecen en la prensa nacional. ¿No sería el taquillazo televisivo un capítulo que relatara el ataque a un deportista vivo y recontrafamosísimo…? Por suerte (¡y aquí viene un besito para la prensa…!) la prensa cubana está comenzando a mostrar síntomas informativos… Ya se habla más de los accidentes de tránsito y de casos como el de J. C. la Cruz, así que el dramatizado bien podría seguirles el paso.
Dicen (no me consta) que Tras la huella tiene más audiencia que Vivir del cuento, el estelar humorístico de la TV cubana, pero no dudo que si siguen grabando malos programas cambie esta preferencia del televidente.
Por lo pronto ya mi vecino Fulano anunció que se muda definitivamente de canal: fue a una unidad de la policía a denunciar a un par de estafadores que le compraron su cámara de fotos con 200 CUC falsos, y los oficiales le preguntaron que si él tenía patente para vender cámaras de fotos…
Y pasaba así desde que la vecina Mengana —que se fijó bien en la cara del delincuente que le arrebató la cadena de oro— quiso hacer un retrato hablado y fue recibida en la estación con esta delicada frase: “… ¡Ay señora, usted está viendo mucho Día y noche!”
jaja me gusto la ultima parte jaja asi q esta viendo mucho dia y noche, a mi en particular me gusta Tras la huella, principalmente ver los buenos actores q hacen de delincuntes
El programa es MALO (así literalmente y sin tapujos), malo porque cuenta “la realidad” de la policía que es la “realidad” del gobierno y no se identifica con la realidad del cubano de a pie, muy por el contrario de “Día y Noche” en sus comienzos, no es que no sea verdad lo que se cuenta es que para el común de los mortales resulta ilógico que censuren a informáticos por querer ganar un poco de dinero con sus conocimientos o el acto ilegal de tener una antena parabólica para ver lo que no quieren que veas.
Excelente!!! Se deberia como dice a reflejar a los verdaderos ladrones d sumas millonarias, como el caso d rio zaza, carlos III, d algunos exministros o los sucesos d personalidades afectadas…. es un programa esquematico, lineal… deberian rentar csi u otro parecido los escritores a ver si mejoran. Si no desean que haya tantas ilegalidades(segun ellos) como en el caso de los informaticos.. abran la mente y la libre empresa…
La serie en si es mala principalmente por la forma que cojen a los delincuentes cuando todos sabemos que casi nunca cojen a nadie y que decir de los actores una vez hacen de delincuentes y otras de policias creo que una serie así se presta para darle oportunidad a muchos talentos nuevos pero siempre son los mismos actores
No pude dejar de reírme con lo que dice el artículo al final y es verdad que la realidad de Cuba es otra así pasa lamentablemente
Muy buena crítica.
Tras la huella es un programa esquematico y cansino, me daba risa lo que me comentaba un amigo , que los delincuentes de su barrio lo veian, para “estudiar” a la policía.
Lo mas comico de todo eso, es que la mitad de las cosas que salen ahí ni se hacen en la policia actual.
Y básicamente la culpa de que el programa sea tan malo, tampoco es toda de los guionistas, tambien ellos andan corto de material, porque el 80 % de los casos de la policia en Cuba se resuelven por el mismo metodo , el mas avanzado que se ha inventado y que incluso los mejores departamentos de policia en el mundo no tienen ni tendrán, “chivatientus cederistius”.
Entonces, mas que nada creo que hay que darle las gracias a los guionistas y a los asesores del MININT que ayudan en el guión por tratar de darle un ambiente “cientifico” al equipo de la DICO. Sino fuera asi, lo que tendriamos seria mas bien un programa del corazón o una comedia de barrio.
Y a proposito, ahora que me he fijado en la foto.
Coño, al tabo tendrian que haberlo sacado de Coronel o teniente coronel al menos, que mucho que se jodió en “su propia guerra ” pa venir a salir ahora nada mas de mayor ehhh
No creen? 😉
ES LÓGICO Q TENEMOS Q MEJORAR PERO EL PROGRAMA ESTA MUY BIEN EL NIVEL DE ACTUACIÓN Y DE CONCENTRACION EN LOS PERSONAJE ES ESPECTACULAS Y TE LO DISE UNO Q TRABAJO DE EXTRA LÓGICO NO SOY FAMOSO PERO CONOSCO UN POCO DE ARTE DRAMATICPO Y RECUERDEN CUBANOS Q MANTENER UN PROGRAMA DE TV CUESTA MILLONES DE € Y Q USTEDES LO VEN GRATIS YO. VIVO EN ESPAÑA Y ENTRE LAS PUBLISIDAD Y LA PELÍCULA Q TE REPITEN HASTA EL CANSANCIO LA TERMINAS DE VER A LAS 3 HORAS Y LA PELÍCULA REAL DURA 59,35 ES UN COÑAZO Y LOS ACTORES CUBANOS SON LOS MEJORES DEL MUNDO XQ SON NATURALES Y ESPONTÁNEOS Y SE LO DISE UN CUBANO Q A VIAJADO UN POCO Y MUCHAS GRACIAS A MIS COMPATRIOTAS X HACERLO TAN SÚPER BIEN VIVA EL ARTE CUBANO Y LA REVOLUCIÓN CUBA
Absolutamente de acuerdo con el artículo. Los guiones de Tras la Huella dan penas, a veces me pregunto si el propósito es dejar en ridículo a los oficiales. Por demás nada tienen que ver con la realidad. Yo misma fui víctima de un robo en la tienda Carlos III y al comprobar las cámaras de seguridad solo se pudo descubrir es que la cámara de seguridad de la puerta principal NO SIRVE, la del segundo piso estaba mal puesta y la calidad de las imágenes es tan mala que no se distngui nada… Así que eso de buscar el rostro del delicuente en una base de datos solo lo veré en Tras la Huella
Dice un socio que en la concreta eso no debe ser tan así; que lo ponen solo para “educar a la población” (él usó otra frase) en el “arte ciudadano de denunciar corrupciones” (igual utilizó otra frase).
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Ja Ja A Alejo hay que releerlo despacio y leer entre lineas. Su socio debe haber dicho algo asi como “Para que la gente se apendeje y chivatee
Muy bueno el comentario, sobre todo porque al fin alguien en Cuba se está atreviendo a hablar sin rodeos de lo bueno o lo malo, lo que está bien o no. La prensa que siga teniendo más síntomas informativos, porque la verdad muy mal. Dudo que Tras La huella tenga más audiencia que Vivir del Cuento, este si es un progama que sirve. Felicidades Alejandro bueno tu artículo y atrevido. Me gusta mucho esta paginas y las reflexiones que hacen sus periodistas, espero no cambien la línea y la filosofía y si estudiaron periodismo que defiendan sus principios profesionales.
Debería llamarse Tras la lengua, ahi no toman ni una huella dactilar, todo es a base de chivatazos…. Da pena