Redacción OnCuba
Un científico francés asegura haber encontrado un tratamiento eficaz para combatir al coronavirus causante de la COVID-19, reportan medios internacionales.
El profesor Didier Raoult dice que un tratamiento contra la malaria, basado en 600 mgs de hidroxicloroquina cada 12 horas, y un comprimido de azitromicina por día, pueden derrotar a la enfermedad, devenida en pandemia.
Director del Instituto Mediterráneo de Infecciones, con base en Marsella, uno de los más reputados especialistas en enfermedades infecciosas transmisibles en el mundo, Raoult comenzó sus investigaciones sobre el coronavirus con un ensayo clínico en diez hospitales chinos para evaluar la eficacia de la cloroquina en los tratamientos asociados a la COVID-19, reporta el diario Clarín.
“Los resultados obtenidos hasta ahora con más de 100 pacientes han demostrado que el fosfato de cloroquin es más eficaz que el tratamiento recibido por el grupo comparativo para contener la evolución de la neumonía, mejorara el estado de los pulmones, para que el paciente vuelva a dar negativo al virus y acortar la duración de la enfermedad”, dijo el profesor citado por la publicación.
“La capacidad antiviral y antiinflamatoria de la cloroquina podría tener una eficacia potencial para tratar pacientes afectados con neumonías provocada por el COVID-19 ”, agregó.
Raoult, quien tiene fama de díscolo, fue autorizado a fines de febrero a comenzar ensayos clínicos en 24 pacientes con coronavirus en Francia y sus son muy esperanzadores: los enfermos que han recibido Plaquenil (hidroxicloroquina) son portadores del virus a solo un 25 % luego de seis días, mientras que los que no fueron tratados con este medicamento son portadores del virus a un 90 % luego del mismo período.
Por tal razón, fue invitado a ser miembro del comité de asesores del presidente Emmanuel Macron sobre la COVID-19.
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No obstante, el ministro de salud francés dijo que su tratamiento debería ser experimentado a mas amplia escala, y el Alto Consejo de la Salud de Francia recomienda no utilizarlo, salvo para casos graves y bajo vigilancia médica estricta, lo que provocó la reacción de Raoult.
“A partir de que nosotros hemos mostrado que el tratamiento es eficaz, yo encuentro inmoral no administrarlo. Es así de simple”, declaró.
“Yo soy un científico y reflexiono como un científico, con elementos verificables. Produzco más data en enfermedades infecciosas que nadie en el mundo. Soy un doctor, tengo 75 pacientes hospitalizados y 600 consultas por día. Las opiniones de una y otros me tienen sin cuidado. En mi equipo nosotros somos gente pragmática, no pájaros de la televisión”, remató sin disimular irreverencia.
“Cuando usted tiene un tratamiento que marcha contra cero que funciona, este es el tratamiento que debe ser la referencia. Esa es mi libertad de prescribir como médico. Nosotros no tenemos que obedecer al estado para cuidar a los enfermos. Las recomendaciones de la Alta Autoridad de la Salud es una indicación pero no estamos obligados. Después de Hipócrates, los médicos hacemos lo mejor, en el estado de nuestro conocimiento y el estado de la ciencia”, argumentó el científico.
Por lo pronto, ya ha recibido llamados de todo el mundo, desde la clínica Mayo hasta el Massachussets General Hospital, para probar su tratamiento.
Además, a pesar de sus reparos, el gobierno francés autorizó la realización de ensayos clínicos en varios hospitales del país, al tiempo que el alcalde de la ciudad de Niza, Christian Strossi, quien se contagió con el virus, ya ordenó la aplicación del tratamiento en esa urbe, según Clarín.
El mundo, golpeado por la pandemia, cruza los dedos y mira con expectación y esperanza.
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