Cada ciudad debe tener un símbolo que la identifique. Venir a La Habana y no tener una fotografía en el malecón con el Faro de fondo, es como haber ido a París y no ver la Torre Eiffel. Sin embargo, ¿cuál es su verdadera apariencia? Podría ser la de un viejo soldado, lleno de arrugas, achaques, que se mantiene allí, siempre erguido ante el horizonte.
Todo el litoral se aprecia desde el Castillo de los Tres Reyes Magos del Morro, y es cuando nos damos cuenta de que los mapas tenían razón, que la bahía parece una bolsa. La Habana, desde el otro lado, se levanta majestuosa ante los ojos del que la mira. El Morro (como comúnmente se le conoce) y su Faro, dan la bienvenida a los barcos que entran a puerto. Lugares únicos donde se disfruta lo antiguo y lo moderno.
OnCuba ha querido regalarles estas imágenes.
Al gun día iré a cuba
Hermosa foto , y muy artística .felicidades amaya .
Hermosas fotos te felicito.