Amílcar Pérez Riverol
Amanece la ciudad. En este tiempo que ya no hace Historia. En estas calles que tienen el nombre de sus rostros. Y sus puertas. Sus puertas vísperas. Sus puertas lienzo. Puertas que ya no protegen el castillo. ¿Qué castillo? Puertas para que entren los ratones, el polvo, el aguacero. Y el pregón, y el café, y el gorrión. El hijo bueno. El malo. Todos. Puertas vivo Patrimonio. Puertas para la libertad del cimarrón. Puertas que nos hablan sin gargantas. Que me ofrecen las páginas arrancadas de los libros. Que cobijan el sexo más proscrito, el pulso más quebrado. Los sueños y los miedos del ladrón. Puertas que de par en par aún abre mi abuela. Puertas para que no la encuentre la muerte del panteón. Puertas para escapar del cielo prometido. Para repatriar a todo el que partió. Puertas escándalo. Puertas cariadas. Puertas de lo que el viento aún no se llevó. Puertas medallas. Llenas de canas. Frontera de la casa que un día fue tomada. Puertas por donde entrar a la nación.
Texto de gran fuerza al igual que las imágenes. Es curioso que a pesar de lo desvensijadas que están las puertas de nuestras ciudades, todavía se ven majestuosas. Y creo que esto Amilkar lo logró captar con su lente.
Me quedo con la foto#4. Es una foto que tiene de todo: contrastes (altas luces; negros; cálido; frio), profundidad de campo, excelente composición entre los dos humanos, o mejor decir entre el humano y el fantasma que está en la penumbra del destartalado solar. Y la gran puerta como protagonista del encuadre, el diálogo y la historia.
la belleza está hasta en los lugares más impensados, que bárbaras esas fotos.
I love the colors and patina of Cuba.
Amilcar muy buenas las fotos,la verdad es que me llevan al corazón de la capital, a la vida real de Cuba, alejados de paisajes bonitos y muchas veces rostros alegres. Y si hay puertas para todos!!!!
Es triste y deprimente el estado actual de la mayoría de las construcciones en Cuba, esas puertas son un reflejo del abandono y el deterioro de las mismas. Qué pena que tanta historia costumbrista, de cada una, desaparezca del todo y solo quede en el recuerdo de las fotos.