Soul sin fronteras

A veces, pero sólo a veces…, y casi siempre por las noches, desde el Piano Bar, el Modibar o la Discoteca del Hotel Guantánamo, en la ciudad del mismo nombre, un ritmo ajeno a los escándalos del regguetón y la intranquilidad de la música tecno, el rap y otros estilos contemporáneos invaden las anchas y rectas calles de la urbe más oriental de Cuba.

Es un sonido que, aunque insólito para estos tiempos de canciones fugaces, no es extraño para la mayoría de los guantanameros que superan los 35 años. Se trata del Soul, canción "del alma", expresión -como dijera el crítico Peter Guralnick- de la solidaridad negra, del orgullo de Estados Unidos, como nación, cuando ansiaba terminar con varios siglos de segregación racial y de  una forma especial de defender la identidad y espiritualidad afroamericana que carece de fronteras. 

Quienes en la provincia promueven esta sonoridad, surgida entre la década del 50 y el 60 del pasado siglo, se llaman a sí mismos Club de Soul “Marvin Gaye”. Su membrecía es de más de 200 afiliados e insisten en que son "el primer Club de Soul que existió en Cuba". Para probarlo explican que se creó el 18 de julio de 1992.

José Ángel Stuol Betancourt es uno de sus sesenta miembros originales y  por eso, con el derecho que le dan sus años y su devoción por la música que representó los reclamos de la gente pobre y negra de norteamérica, afirma que la idea de crear el grupo se la despertó el programa estadounidense "Soul Train",  transmitido por una de las televisoras cuya señal llegaba a Guantánamo en la época en que Sidney Poitier y Harry Belafonte popularizaban  esta música con sus peinados y ropas mientras Stevie Wonder, Aretha Franklin y Patti Labelle, se convertían con sus voces extraordinarias, en las estrellas del ritmo.

Luego, en los 80, el soul se transformó en “retro soul” y “quiet storm”. Después en “urban”. Michael y Janet Jackson, Whitney Houston y Babyface, se erigieron como sus nuevas figuras. 

El tiempo pasó y también  Soul Train dejó de emitirse…Incluso las tertulias del Club, que en el hogar de los hermanos Guillermo y Gustavo Argeis eran casi diarias, disminuyeron su frecuencia a una o dos veces por mes en la década de los 90´.

Cuando los vi por primera vez, reunidos, estaban en la sede de la Asociación Hermanos Saíz de la ciudad de Guantánamo. Eso fue hace cinco años y todavía entonces, con 15 años de apasionamiento, sus integrantes bailaban y tarareaban el “I got a woman” de Ray Charles y las canciones de Aretha Franklin, James Brown, Barry White y Diana Ross, como si en ello les fuera la vida.

En aquella época me confesaron que aquel era su momento “para bailar, de estar cómodos en un lugar donde se conociera el significado del Soul y se le quisiera”. También hablaron de los tiempos fundacionales del Club, en 1984, cuando se les ocurrió la idea de crear un grupo para los amantes del género, e incluso valoraron varios nombres: Barry White, James Brown, Tina Turner.

Al final se decidieron por Malvin Gaye. El autor de What´s going on, Midnight love, y Sexual Healing, había sido asesinado por su padre, en medio de una discusión casera, el 1ro de abril de 1984. Un disparo acabó con él en la misma sala donde meses antes, alucinando por las drogas, había intentado suicidarse.

Actualmente el Club de Soul "Malvin Gaye" está en sus mejores tiempos: tiene centenas de afiliados y ha ampliado sus locales de reunión y disfrute al Piano Bar, el Modibar y la Discoteca del Hotel Guantánamo. A veces, en esos locales, se reúnen aquellos jóvenes, hoy ancianos, para revivir el pasado, para viajar a esa época donde no solo floreció el liberalismo sexual y la música del alma, sino que además surgieron grandes líderes pacifistas como Martin Luther King.

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