Internet en hogares cubanos: conexión a cuentagotas

Foto: Marita Pérez Díaz.

Foto: Marita Pérez Díaz.

Muy poco se ha publicado sobre los planes que las autoridades de telecomunicaciones tienen para ampliar las conexiones a Internet a personas naturales desde sus domicilios. Según unas recientes declaraciones de Odalys Rodríguez del Toro, directora de la División de La Habana de ETECSA, iniciará “una prueba piloto en aras de comenzar a llevar Internet a los hogares”.

Estas conexiones serán a través de fibra óptica, como resultado de un convenio con la empresa china Huawei y “en su momento se informarán las tarifas del servicio”, según anunció la funcionaria a la Agencia Cubana de Noticias.

Los beneficiados serán dos Consejos Populares del municipio Habana Vieja, cuyos habitantes serán los primeros que podrán contratar un servicio de conexión de banda ancha para sus residencias.

¿Qué le sigue a este “plan piloto”? Poco o nada más se sabe.

A inicios de junio de 2015 se filtró en Internet una estrategia para el desarrollo de la conectividad cuya autenticidad no ha sido demostrada ni negada por ninguna autoridad de forma pública. A través de ese documento se difundió un cronograma según el cual en el 2020 se podría acceder a Internet desde el 50 por ciento de los hogares cubanos, mediante conexiones de banda ancha ADSL (siglas en inglés de Línea de abonado digital asimétrica).

Cuba tiene hoy solo 27 por ciento de penetración de acceso a Internet, y fue el país de América que más retrocedió en el ranking de la Unión Internacional de Comunicaciones, según un informe que compara el Índice de Desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación entre 167 naciones en 2015, respecto al de 2010. La Isla pasó del puesto 119 al 129 en esa lista que evalúa de forma cruzada el acceso, el uso y las competencias y habilidades frente a las TICs.

Hasta ahora, muy pocos son los cubanos que para acceder a Internet no tienen que estar en sus centros de trabajo o estudio; ni tienen que ir hasta las zonas WiFi habilitadas en espacios públicos de varias ciudades y pagar la onerosa cifra de 2 CUC por cada hora de conexión… Entre los pocos favorecidos por accesos a la red de redes desde sus casas, están los más de 40 mil trabajadores de la salud que, entre septiembre y octubre de 2015, vieron cómo sus accesos tradicionales se volvían Internet full, según confirmó una entrevista Mayra Arevich, presidenta de ETECSA.

A la red Infomed, informó Averich, “se le subió el ancho de banda a tres veces lo que tenía. Fueron invertidos recursos de red en el nodo central para mejorar la capacidad de interconexión con Internet y con sus usuarios finales”.

Banda ancha imprescindible

“Infomed, desde hace muchos años, generalizó el acceso mediante módems a la red desde las casas de los profesionales de la salud que contaban con computadora y módem”. Así lo cuenta Pedro Urra, quien fuera director del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas y fundador de una de las redes sectoriales más importantes que existen en Cuba, por su tamaño y por los servicios que soporta.

Surgida en 1992, Infomed posibilitó en las limitadas condiciones de la Isla proveer algunos servicios fundamentales como los correos electrónicos personales con salida internacional, acceso a toda la web cubana y a algunos sitios internacionales, y la consulta de información científica de bases de datos y archivos virtuales. Infomed enlaza además los centros de salud del país.

“Todos esos usuarios tenían Internet desde hace años, explica Urra, aunque solo podían acceder a sitios de salud, cultura y otros de interés pero en la práctica navegaban en Internet. Eso es lo que explica que se pudiera pasar tan fácilmente a todos ellos a Internet pues solo había que autorizar la navegación total. Infomed trabajó con la visión de que algún día todos tendrían Internet.”

Todavía hoy esa navegación sigue dependiendo de los arcaicos módems de 56kbs casi extinguidos en el mercado, y las líneas de cobre de la telefonía fija.

Internet como derecho

Aunque reconoce la ayuda que significó este sistema “cuando no teníamos nada”, al especialista en Medicina Interna Mario Domínguez ya no le basta. Él regresó de una misión de colaboración en Oriente Medio recientemente y comenzó a extrañar la conexión de 3 Megabits por segundo que tenía en África.

“Allá en la misión buscaba en el Google de verdad, y aparecían muchos más artículos actualizados que aquí. Ahora casi todo lo que encuentro en Infomed son resúmenes, y cuando pinchas el enlace olvídalo…”.

Hoy los usuarios de Infomed tienen acceso a 25 horas mensuales de Internet sin límites, pero la velocidad es tan precaria, que muchos usuarios sienten que no “resuelven” nada. El servicio se contabiliza por tiempo y no por volumen de datos descargados.

Pedro Urra insiste en que mientras no se generalice el sistema ADSL (por inversiones de ETECSA) el dial-up conmutado aún resulta útil para ampliar un acceso definido ya como un derecho. “Infomed ha podido hacer efectivo el derecho de tanta gente a tener acceso a Internet.”

Otra solución para accesos de calidad desde los hogares, estima Urra, podría venir con la opción de WiFis territoriales comunitarias. “Creo que es la única forma rápida de llegar a tanta gente desde sus casas”.

Mientras no parece haber prisa para incrementar de manera notable el anhelado avance de la banda ancha, lo que queda a la mayoría de los cubanos –luego de dar a cambio un par de pesos convertibles (CUC)– es sentarse al aire libre, en un banco de un parque o en un muro en las zonas de conexión inalámbrica. Esta opción en La Habana crecerá en 30 nuevos espacios (dos más por municipio) durante 2016, según también informó la directora de ETECSA en la capital, Odalys Rodríguez.

Asimismo dijo que ETECSA planea proveer servicios de conexión WiFi “en el futuro, a cafeterías, bares y restaurantes que lo soliciten”. Algunos quizás ya están haciendo planes. Mucho dependerá de los precios con que los nuevos servicios sean tarifados.

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