Más de una hora duró el intercambio de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro con parte de la prensa acreditada para esta histórica visita. Sin prepotencias ni actitudes de confrontación, ambos mandatarios afirmaron disponer de toda la intención para continuar una normalización política sin precedentes.
“Existen diferencias que no van a desaparecer”, dijo Raúl en su primera intervención, una idea que de inmediato relativizó: “No hay que hacer de las diferencias el centro de la relación. (Debemos) concentrarnos en lo que nos acerca y no en lo que nos separa”.
“Destruir un puente es fácil y requiere relativamente poco tiempo; pero construirlo es una tarea mucho más larga y difícil”, aseguró también el general presidente, para quien la experiencia de la nadadora Diane Nyad (la primera mujer en cruzar a nado el estrecho de la Florida) es una metáfora oportuna del camino que tienen por delante los dos países. Como Nyad, “(…) nosotros también podemos”, dijo Raúl Castro mirando directamente a Barack Obama.
El mandatario estadounidense, sin embargo, bajó la carga trascendental de la frase y bromeó al respecto: “Afortunadamente no tenemos que nadar en medio de tiburones para lograr nuestros objetivos. Lo que hay es que, como dicen los cubanos, ‘echar pa’lante’”.
En un tono de consenso se desarrolló el intercambio, que solo tuvo momentos tensos cuando dos periodistas norteamericanos confrontaron al presidente cubano sobre la presencia de presos políticos en Cuba o las detenciones en las marchas del movimiento Damas de Blanco.
“¡Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos! ¡Dame un nombre!… Si hay esos presos políticos antes de que llegue la noche estarán libres”, respondió el General de Ejército ante una pregunta directa de un periodista estadounidense hijo de padre cubano, sobre la existencia de ese tipo de detenidos.
“Ningún país del mundo cumple con todos los derechos humanos”, argumentó más adelante Raúl Castro, mientras llamaba a no politizar el asunto. “Vamos a trabajar para que todos cumplan con todos los derechos”, cerró el tema.
El visitante se mostró menos crítico sobre este tópico en sus respuestas y aunque marcó las diferencias, reconoció los señalamientos hechos a su país por el presidente anfitrión. “No debemos ser inmunes ni tener miedo de la crítica ni de cualquier debate constructivo”, aseguró.
“Nos nos distrae de las otras inquietudes sobre la mesa que Cuba diga que el derecho a la salud y el cuidado de los ancianos son también derechos humanos, en eso estamos de acuerdo”, agregó.
“Hay una gran esperanza de que puede haber una reconciliación y que el puente entre cubanos en la Isla y cubanoamericanos se puede construir”, expresó Obama, quien reconoció a Cuba sus logros en educación y salud y recalcó confiar en que el futuro de Cuba será decidido por los cubanos, “y por nadie más”.
“Con solo 90 millas que nos separan somos socios comerciales naturales (…) Acogemos con beneplácito el anuncio de poner fin al gravamen del 10 % sobre el dólar, es un paso que beneficiará el comercio”, apuntó el estadounidense.
“A nivel administrativo hemos hecho varias modificaciones, hemos sido bastante agresivos, a pesar de que la ley del Embargo no ha sido eliminada en el Congreso. Quizás hay más aspectos técnicos del embargo que se pueden ajustar (aunque) la lista de asuntos que podemos hacer a nivel administrativo es cada día más corta”.
“Le he dicho al presidente Castro que siempre que podamos aprovechar los cambios y ver que hay progresos se impulsará el fin del embargo. Por ejemplo: ya no hay restricciones para las empresas norteamericanas en materia de telecomunicaciones y se están produciendo acuerdos. Si siguen ocurriendo ese tipo de tratos y los cubanos se pueden conectar más a internet, eso desarrolla un grupo de personas que van a abogar porque se elimine el embargo”, argumentó Obama.
“Las medidas adoptadas por Obama son positivas, pero no suficientes”, insistió por su parte el dirigente cubano. “El Bloqueo continúa en vigor y tiene efectos disuasivos e intimidatorios no solo en empresas cubanas y norteamericanas, sino también de otros países (…) El fin del Bloqueo también será beneficioso para la emigración cubana que desea lo mejor para sus familias y su país”, opinó.
“Hemos dado los primeros pasos, bastante para ser los primeros”, consideró Raúl Castro. “Estoy seguro que lograremos convivir pacíficamente en beneficio de otros países también”.
Porfa traduscan las palabras de obama que no se que dijo gracias